El enigma de los 23 grados de diferencia entre el día y la noche
● Investigadores de la UGR realizan el primer estudio de la variabilidad espacio temporal de la isla de calor
La temperatura de la superficie terrestre de la ciudad de Granada puede llegar a variar hasta 23 grados centígrados cada día entre el día y la noche en primavera, la estación en que más diferencias de temperatura se producen, y la media durante todo el año es de 13 grados.
Así se desprende de una investigación realizada por científicos de l a Universidad de Granada (UGR), que han llevado a cabo el primer estudio de la variabilidad espacio temporal de la denominada Isla de Calor (diferencias de temperaturas que se producen entre las zonas rurales y las zonas urbanas) de la ciudad de Granada, empleando para ello imágenes térmicas tomadas con el satélite Séntinel 3 de la Agencia Espacial Europea.
Los resultados obtenidos indican que durante la mañana se produce una isla de enfriamiento urbano (IEU) de temperatura media -0,6 grados, siendo mayor en las zonas de baja densidad y menor en las zonas de alta densidad. Por el contrario, y durante la noche, se produce una isla de calor urbano (ICU) de temperatura media +0,7 grados, siendo mayor en las zonas compactas y menor en las zonas abiertas.
Los factores comunes que inf luyen significativamente en la isla diurna y nocturna son fracción vegetal y radiación solar. En la ICU diurna destacan, además de los señalados, altitud y densidad de población. Por el contrario, en la ICU nocturna, destacan viento, factor de suelo impermeable y el factor de cielo.
Uno de los procesos que más contribuyen al cambio climático es la modificación del paisaje mediante la expansión de las áreas urbanizadas, motivado por el alto crecimiento de la población. La ONU estima que, en el año 2050, el 70% de la población mundial será urbana, lo que implicará un aumento de estas zonas en aproximadamente 1.527.000 km2 (dos veces el país de Francia) elevando aún más la temperatura media del planeta entre 0,5 y 1 grados.
Se entiende como isla de calor urbanaa las diferencias de temperaturas que se producen entre las zonas rurales y las zonas urbanas, que pueden llegar a ser del orden de entre 3-7 grados en ciudades de un millón de habitantes. Este fenómeno genera una serie de problemas ambientales, climáticos y socioeconómicos que afectan a la calidad de vida de las personas, convirtiéndose en uno de los desafíos de mayor importancia al que se enfrenta la humanidad.
Su caracterización y el conocimiento exhaustivo de sus propiedades; los factores que lo intensifican y su f lujo de funcionamiento son cruciales para el establecimiento de futuras medidas mitigadoras de planificación urbana, que tiendan a minimizar sus efectos y a convertir las zonas urbanas en lugares resilientes al cambio climático.
Entre las distintas metodologías empleadas para la determinación de este fenómeno, en los últimos años ha cogido fuerza la teledetección. En palabras del investigador principal de este estudio, David Hidalgo, del departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica y en la Ingeniería de la UGR, “los últimos satélites puestos en órbita por la NASA (Landsat 8 y ECOSSTRES) y la Agencia Espacial Europea (Séntinel 3) cuentan con sensores térmicos que permiten obtener la temperatura de la superficie terrestre mediante el empleo de algoritmos de cálculo basados en la emisividad del suelo y la humedad de la columna de aire”.