Buen empate pese al mal final
Como era de esperar, el técnico Paco López no repitió ante el Eibar ni la defensa tres centrales y dos carrileros ni el once inicial que actuó contra el Racing la pasada jornada en Santander. Se produjeron los presumibles cambios que se barruntaban tanto en el esquema como en la alineación. El capitán Víctor Díaz, recuperado de los problemas físicos con los que acabó en El Sardinero, se quedó de inicio en el banquillo dejando su sitio a Óscar Melendo, suplente de inicio en el anterior choque. Pasó el Granada del 1-5-4-1 al 1-4-4-2 tan habitual en sus partidos de inicio sobre todo cuando juega en casa.
EL RIVAL
En el Eibar, Gaizka Garitano apostó por su usual 1-4-1-4-1 para tratar de defender el liderato en el Nuevo Los Cármenes, con Sergio Álvarez ocupando la posición de pivote defensivo y metiéndose cuando hacía falta en la línea de zagueros como uno más.Ambos conjuntos se profesaron demasiado respeto en el primer tiempo, que fue equilibrado y estuvo marcado por las pocas ocasiones de gol, aunque las que hubo fueron locales. El equipo estuvo bastante bien sin balón, con líneas juntas y sin conceder nada ante los jugadores más peligrosos del Eibar. El recorrido de Petrovic y Bodiger permitió a los locales ese buen hacer defensivo.
MELENDO POR DENTRO
En ataque había varios movimientos interesantes, sobre todo la posición mucho más centrada de Melendo. El medio ofensivo, muy vigilado en todo momento por sus rivales, buscaba el centro una y otra vez partiendo desde banda, siendo Petrovic en el que más ocupó la derecha cuando Melendo se metía por dentro. Con Callejón y Antonio Puertas también con mucha movilidad y tratando una y otra vez de crear espacios con sus desmarques trató de generar peligro el Granada, que esta vez tuvo poca colaboración en los laterales porque tanto Quini como Carlos Neva progresaron poco por sus respectivas bandas.
SEGUNDO TIEMPO
No hubo cambios en el descanso, por lo que arrancaron los mismos 22 jugadores un segundo tiempo en el que se mantuvo el mismo guion del periodo inicial, con dominio alterno y llegadas con visos de gol sólo de los locales. Todo varió a la hora de juego, que es cuando llegó el 0-1, otra vez a balón parado al aprovechar los visitantes una falta cometida por Quini, Jon Bautista estuvo más rápido que nadie tras el rechace de Raúl Fernández.
BRYAN, OTRA VEZ
Ya tenía preparado Paco López su primer cambio cuando se produjo ese tanto en contra. Y lo hizo justo antes de sacar de centro. Una vez más, el primer en entrar al terreno de juego desde el banquillo fue Brya, que reemplazó a Callejón para colocarse en la derecha y mandar a Melendo a la izquierda como punto de salida, aunque el catalán vivía ya permanentemente por el centro. Poco después ocurrió lo mismo. Estaban preparados para entrar Weissman, Famara y Sergio Ruiz cuando llegó el tanto del empate, en unas de las primeras intervenciones de Bryan, un día más decisivo.
MALA GESTIÓN FINAL
Paco volvió a hacer los cambios previstos, yendo al banco Melendo, Antonio Puertas y Petrovic. Se mantuvo el Granada en un 1-4-4-2 claro, con Uzuni como extremo y arriba Weissman y Famara, cuya incidencia en el choque fue muy baja. Poco después se agotaron los cambios locales con la entrada de Pol Lozano por Bodiger, que claramente fue el mejor del partido. El tramo final del partido, con 1-1 en el marcador, fue el peor gestionado por el equipo, con unas prisas innecesarias porque cuando no puedes ganar, hay que sumar, y más en este choque, y parecía que a los rojiblancos, impulsados por un público aún más impaciente, sólo les valía el triunfo. No hubo ni orden ni concierto por parte del Granada en los últimos minutos, aunque el Eibar no lo pudo aprovechar pese a estar mejor en esos instantes finales. Paco López mantuvo el esquema 1-4-4-2 inicial hasta el término del choque en el Nuevo Los Cármenes.