Una tractorada para pedir el uso de aguas regeneradas en la Vega
● Cerca de un centenar de tractores y vehículos agrícolas circularon por la capital
Decenas de tractores y otros vehículos agrícolas, así como furgonetas y turismos, se movilizaron ayer viernes por calles de Granada para protestar por la negativa de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a autorizar el riego en la Vega con aguas regeneradas de cultivos como chopos, olivos, alfalfa o frutales.
Los regantes de la Acequia Gorda del Genil, con el apoyo de la asociación Asaja, reclamaron además que el organismo de cuenca se haga cargo de la ejecución de los tratamientos terciarios de las aguas para su reutilización como recurso hídrico alternativo para el riego del resto de cultivos.
Bajo el lema La Confederación seca la Vega, el recorrido partió con cierto retraso respecto a la hora prevista de inicio (10:00) desde el Camino de Purchil, junto a la EDAR Sur-Churriana, para avanzar y continuar hasta entrar en la capital por la Calle Arabial. Desde ahí han accedido hasta la calle Méndez Núñez y subieron por Severo Ochoa, cruzando la Avenida de la Constitución por la zona superior y dejando el túnel subterráneo a los vehículos particulares.
Los tractores y vehículos agrarios compartieron en todo momento el tráfico con los vehículos particulares que se desplazaban por esta zona de Granada, y los convocantes habilitaron un pasillo para, en caso de urgencia, que los servicios de emergencia pudieran avanzar sin complicaciones. Pese a ello, La Policía Local de Granada llevó a cabo distintos cortes y desvíos de tráfico en vías paralelas, lo que condiciona la normal circulación en distintos puntos de la capital.
Posteriormente, a su llegada frente a la sede de la CHG, en la Avenida de Madrid, la marcha se detuvo momentáneamente para expresar sus demandas y que los responsables de la Acequia Gorda y de Asaja entregaran a los responsables de la cuenca sus reivindicaciones por escrito.
El secretario general de la organización agraria Asaja, que apoya esta reivindicación, Manuel del Pino, detalló que en la misma participaron unos 80 vehículos entre tractores y maquinaria agrícola, a los que se suman todoterrenos y otros vehículos particulares.
“Aunque la situación que sufren los agricultores se ha agravado con la sequía que afecta especialmente al sur de España”, indicó Del Pino, “la utilización de las aguas regeneradas es reclamada desde hace ya varios años”.
Los convocantes explicaron que la protesta obedece a la demora de cinco años para obtener la autorización a la que se comprometió la Confederación en 2018 tras una inversión de la comunidad de regantes de 300.000 euros para la construcción de dos depósitos de cloración en las estaciones depuradoras de aguas residuales EDAR Sur-Churriana y Los Vados.
Tras hacer la parada en la sede de la CHG, los tractores y vehículos agrarios iniciaron su regreso a la Vega por la calle Doctor Olóriz, zona que siempre suele estar llena de tráfico en horas puntas, y por la Avenida de la Constitución hasta regresar a Severo Ochoa. Pese a las dificultades de Movilidad que se dan en esta encrucijada, con Metro y autobuses urbanos circulando, la concentración avanzó sin mayores problemas.
La salida del convoy se realizó de forma ordenada por Méndez Núñez y la glorieta de Hipercor, en la que también se esperaban complicaciones por el tráfico a consecuencia del paso de estos vehículos agrícolas. Sin embargo, un carril habilitado por los agentes de seguridad local facilitó la fluida marcha.
A través del Camino de Camaura cada uno de los participantes en esta movilización regresó hasta la Vega de Granada, con la esperanza de que el organismo de la cuenca escuche sus reivindicaciones y puedan mantener este espacio de cultivo hidratado.
Los agricultores solicitaron una solución inmediata para salvar los cultivos que se producen en la Vega. El uso de estas aguas depuradas aseguraría, además, “la conservación de los recursos hídricos y la producción de alimentos de manera sostenible”.
Desde la Acequia Gorda del Genil y Asaja aseguraron que los regantes “están al límite” y necesitan el agua ahora, porque de lo contrario perderán sus cosechas “y será la ruina de sus explotaciones”.
El clima no acompaña. Sin precipitaciones y con temperaturas más elevadas de lo normal, la campaña de riego que se inició ya es la más desfavorable en los dos últimos años, con una dotación máxima prevista de solo 700 metros cúbicos por hectárea, un 88% menos de la dotación concesional. “Llegará, además, tarde para algunos cultivos de la Vega como los hortícolas de invierno, alfalfa, trigo o el girasol y otros cultivos con la f loración adelantada como el olivar y almendro”, detallaron.
La Vega de Granada, con cerca de 40.000 hectáreas cultivadas, “está agonizando” según denunció Asaja. Desde la asociación se asegura que los regantes son conscientes de la situación crítica de los embalses de Granada, y no piden más agua, sino que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir “no demore más la autorización para poder utilizar las aguas depuradas de la EDAR Los Vados, biofactoría optimizada para realizar los tratamientos adecuados para su reutilización con fines agrícolas”.
La campaña que se inicia es la más desfavorable en los últimos dos años