DANZARES PODER
Blanca Li (Granada, 1964) nunca pasó por una niña normal. Cualquier cosa, menos eso. Fue gimnasta con el equipo nacional a los 12 años y se mudó a NuevaYork para estudiar danza con 17, donde vivió el nacimiento del hip hop. De vuelta en Madrid, en plena explosión de la Movida, formó una banda de chicas, Xoxonees, para reírse de la caspa que cubría el país, y abrió un bar, El Calentito, por el que pasó la flor y nata de la época. Después, se marchó a París y nunca volvió.Allí formó su compañía, en 1993, con la que ha hecho películas, colaborado con Beyoncé, Katy Perry o Daft Punk y parido 15 espectáculos. En el último, Diosas y demonias, sigue apostando, aunque parezca imposible, por cosas que nadie más hace. PREGUNTA: Se ha juntado con una bailarina de clásico. ¿Qué resultado da la mezcla? RESPUESTA: Este es un proyecto para celebrar la feminidad, hablar de la mujer y del lugar que ocupa en la danza, y quería hacerlo con alguien que viviera el baile desde un lugar muy diferente al mío, con otra formación, otras referencias y otra técnica. María Alexandrova es una estrella en el ballet del Teatro Bolshoi y apenas se ha movido de Moscú. Solo habla ruso, así que hemos encontrado una forma de comunicarnos a través de la danza. P: Huir de lo fácil parece un mantra para usted. R: Me interesa la aventura, me gusta el riesgo. Cuando he hecho una cosa y sé que la hago bien, evito repetirme, no quiero sentir que vivo algo que ya he experimentado antes. Me excita más hacer cosas que me provoquen miedo. P: ¿Ha descubierto en este proceso aspectos de la mujer que le habían permanecido ocultos hasta ahora? R: Es muy raro ver a dos mujeres bailando juntas.Tenía ganas de hacer un porteur (levantarla), que me cogiera ella a mí, bailar como cuando bailas con un chico. Hay muchos estereotipos en el baile. En 19 años en el Bolshoi, ella jamás había cogido a otra chica y, por primera vez, ha trabajado con una coreógrafa. Últimamente, la danza se ha masculinizado. Los puestos de poder más interesantes los ocupan ellos, hay muchos coreógrafos. Está bien que nosotras seamos bailarinas, pero nada más. No es que no estemos, sino que estamos menos presentes, cuando hemos jugado un papel crucial. P: Es el momento de replantear el feminismo... R: Necesitamos hablar de él, la mujer todavía tiene que seguir buscando su lugar en nuestra sociedad porque perviven muchos techos de cristal. Hubo un momento importante en el que alcanzamos el derecho de voz y de voto, pero hay que volver a darle un empujón a esta lucha, y nosotras somos conscientes de ello. Lo importante es que muchos hombres también lo son.Tenemos compañeros maravillosos, feministas, que respetan a las mujeres y comparten la vida con ellas al cien por cien. P: Usted ya hablaba de esto con su banda, las Xoxonees. R: Hay que seguir haciéndolo. Recientemente, ha hecho ruido una youtuber porque ha dejado de depilarse, cuando eso ya lo hacíamos mi grupo y yo hace muchos años. Sigo siendo una mujer que reivindica serlo y proclama vivir libremente como tal. P: Una bailarina, vive de su cuerpo. ¿Cómo maneja el temor al paso del tiempo y a que este deje de responder como hasta ahora? R: Pues vivo con la sensación de que no me puedo permitir no entrenar un día, y menos con mi edad. Me tengo que cuidar, pero es fantástico sentir que estoy en posesión de una máquina que funciona y que sé aprovechar al máximo. Hay algo que a las bailarinas nos da pánico: la maternidad. Psicológicamente, asusta mucho, pero lo increíble es que, cuando al fn te conviertes en madre, descubres que tu cuerpo sigue funcionando. P: ¿De qué se siente más orgullosa tras 25 años con su compañía? R: De que cuando era pequeña tenía un sueño, lo he perseguido con fuerza y la realidad ha acabado superándolo. Es maravilloso levantarme cada mañana y hacer un trabajo que me encanta, me acerca a la gente y me permite realizar acciones que pueden cambiar el mundo. Me hace sentir que lo que hago tiene un sentido.
“A las bailarinas nos da pánico la maternidad, pero lo increíble es que, cuando te conviertes en madre, descubres que tu cuerpo sigue funcionando”