Harper's Bazaar (Spain)

Deportivas versus tacones

Los diseñadore­s no se ponen de acuerdo. Mientras en Saint Laurent, Anthony Vaccarello combina sus ‘shorts’ de cuero con ‘stilettos’ con tiras, en Valentino, Pierpaolo Piccioli transforma sus largos y ondulados trajes de noche en algo más terrenal al empar

- Por Lisa Armstrong Fotografía de Kevin Sweeney Editora de moda: Amanda Alagem

Para tomarle el pulso al mundo de la moda esta primavera lo mejor es fjarse en los zapatos. Te garantizo que descubrirá­s cosas que nuestras madres nunca habrían soñado, ni tras tomar se tres Mar tinis. Cuando los diseñadore­s no conjuran mezclas alucinógen­as (un híbrido de zapatillas de caña alta y de ballet en Marco de Vincenzo), apuestan por tacones deliciosos (un salón inspirado en la princesa Diana envuelto en plástico, cortesía de Jimmy Choo y Of-White).Y, por cierto, ¿quién se habría imaginado a Jimmy Choo y OfWhite en la misma habitación, no digamos ya colaborand­o en un zapato? Aunque pensándolo bien, ¿quién habría apostado por ver zapatillas de deporte y tacones juntos sobre la pasarela? Y, sin embargo, los hemos visto con frecuencia, en especial en dos desfles relevantes como son los deVuitton y Loewe. En el primero, Nicolas Ghesquière mostró unas gruesas y lujosas zapatillas de deporte como juvenil contrapunt­o urbano a sus inmaculada­s levitas brocadas estilo siglo XVIII. Pero cuando una podría pensar que ya le iba cogiendo el punto al tema, el diseñador mezcló unas sandalias de correas cruzadas y tacón alto con un vestido enjoyado de noche con cuello halter. En Loewe, las zapatillas estilo zoco marroquí de puntera curvada de Jonathan Anderson aseguraban que sus clásicos vestidos camiseros fuesen cualquier cosa menos predecible­s, impresión que reforzaban sus botines de tacón alto y volantes.Y no creas que Miuccia Prada, a quien le gusta ver el mundo desde unas plataforma­s peligrosam­ente altas, se va a perder la festa. En su desfle emparejó abrigos sastre, camisas ajustadas y pantalones cortos con unos coquetos tacones kitten, aflados zapatos Oxford y una especie de zapatilla merceditas (prometo que no me estoy inventando este híbrido) con calcetines de deporte hasta la rodilla. Es todo muy raro, y fabuloso. No es solo que los diseñadore­s hayan logrado que la nostalgia de los años ochenta resulte moderna (las faldas cortas, cinturas altas y grandes hombreras han pasado por un fltro de corte atlético y brillo intenso, y quedan fabulosas con un tacón de aguja), es también una afrmación de las diferentes olas que puede coger una mujer según su estado de ánimo. Los zapatos ya no son meros símbolos de estatus, cosa que ocurría entre 2008 y 2014. Son una declaració­n de estilo de vida e independen­cia, con alto grado de intensidad. ¿Eres una mujer que solo viaja en limusina o una que se asegura de dar sus más de 10.000 pasos al día? Por supuesto, muchas mujeres siguen jugando a dos bandas en lo referente al calzado. «Una vez que has probado la comodidad te cuesta renunciar a ella», admite Sandra Choi, directora creativa de Jimmy Choo, hogar espiritual de los tacones de 15 centímetro­s. «Pero en ocasiones sigo echando mano de mis tacones, como por ejemplo para las reuniones. No es únicamente porque soy baja, es cuestión de etiqueta». Fuera de la sala de juntas, Choi prefere complement­ar sus ligeros vestidos forales de Preen o trajes pantalón con una cómoda zapatilla deportiva blanca, un look que se vio con frecuencia en muchas de las pasarelas para esta primavera. Pero no existe ninguna regla irrompible. El modo atemporal de llevar tacones, paradójica­mente, es adoptar el método del cine negro: con faldas tubo y pantalones, o un poco más vampiresa aún, con una chaqueta masculina. En Saint Laurent, Anthony Vaccarello complement­ó sus emplumadas y mínimas sandalias de tacón de aguja con pantalones cortos de cuero, minúsculos vestidos esmoquin y pezones apenas ocultos. Pero las sandalias habrían sido igual de poderosas junto a un vestido vaporoso. La mejor estrategia es tener la mente abierta, sin limitar las opciones. ¿Los decididos mules negros con borde dorado y tacón de aguja de Magda Butrym y pantalones de charol de Isa Arfen? ¿El tacón kitten en blanco y piel arrugada de Proenza Schouler con falda plisada y chaqueta bomber a juego? ¿Zapatillas de Louis Vuitton con traje de gala? Adelante. Pero la verdad es que no se trata de zapatillas contra tacones. Se trata de zapatillas y tacones. Hasta Melania Trump los mezcla: tacones durante un huracán un día, zapatillas Adidas Stan Smith el siguiente. Es algo nuevo.

En un pasado lejano las mujeres que llevaban zapatillas al trabajo tendían a vivir lejos de aquellas que calzaban tacones de 13 centímetro­s, y parecían ser de planetas diferentes. Hoy en día son a menudo la misma mujer. Como ejemplo Victoria Beckham, que ilustremen­te dijo en una ocasión que solo llevaba zapatillas en el gimnasio (para después decirme que nunca iba al gimnasio). ¿Y ahora? Colabora con Reebok en una colección que saldrá a la venta a principios de año. Beckham sabe por dónde respira la tendencia. «Hace mucho que incorporé la ropa deportiva a mi armario», declaró. Eso no ha impedido que haya incluido en su colección de primavera los salones de aguja plateados, lavanda y color jade más llamativos y resplandec­ientes posibles, que unió a faldas tubo semitransp­arentes y color pastel de secretaria sexy. También los empleó para añadir un toque de color al negro, al igual que tú o yo hacemos con unos pendientes. Y después está Donatella Versace, que me dijo que una de las cosas que más le emociona (esto fue una semana antes de su desfle con las supermodel­os de los años 90) era haber contratado al antiguo protegido de Kanye West y exdiseñado­r deYeezy, Salehe Bembury, un fanático de las zapatillas cuyos prototipos entusiasma­n a la creadora.Vale, la italiana llevaba puestas unas sandalias con 15 centímetro­s de plataforma (con una falda plisada deVersus hasta la rodilla), pero eso no hace más que ilustrar cómo las mujeres están a caballo entre ambos universos. «Las féminas que en cierto momento pensaban que las deportivas eran demasiado feas o demasiado informales para vestir lejos del gimnasio se han dado cuenta de que era porque aún no habían descubiert­o la tribu de la zapatilla que les correspond­ía», concede Natalie Kingham, directora de compras en MatchesFas­hion.com. Si la afrmación de Kingham te confunde, aquí tienes una hoja de ruta para descubrir tu tribu. Las mamás que van a buscar a sus hijos al cole llevan Golden Goose Superstar, las pioneras de la moda se calzan ese híbrido de zapatilla, calcetín y bota llamado Speed de Balenciaga y las minimalist­as se lanzan a por las sencillas zapatillas de cuero blanco de Céline o las Stan Smith de Adidas (su relanzamie­nto en 2014 originó el concepto actual de que las zapatillas pueden ser estilizada­s y elegantes). Actualment­e hay diseños para cualquier ocasión. La zapatilla de cóctel decorada (Prada, Dior, Alaïa, Miu Miu y Aquazzura) que puede llegar a costar más de mil euros; la de oficina (como la de terciopelo con bordes de piel de serpiente y suela exagerada de Alexander McQueen), o la de la mujer contradict­oria (las plataforma­s arcoíris de Gucci, pero por favor no intentes nada atlético sobre ellas). Hasta he visto la primera zapatilla de novia, de piel blanca y hebilla de cristal, en Roger Vivier. ¿Las segundas que he visto? Las de Nike, plata y oro con incrustaci­ones de cristal, que Serena Williams llevó a su boda el pasado noviembre. Al mismo tiempo, los tacones de aguja se hacen más cómodos. En Balenciaga, Demna Gvasalia sigue apostando por las botas elásticas color pastel y los salones de seda arrugada. Manolo Blahnik ha rebajado la altura de sus tacones (las bailarinas conforman un cuarto de las ventas de la marca), los de cinco centímetro­s se agotan porque ha logrado hacerlos irresistib­lemente seductores, como ejemplo su mule Ciaoclo tipo corsé con cordones. En un caso de sincroniza­ción sartorial ejemplar, tanto Blahnik como Choi han estado trabajando en unos stilettos que se expanden mínimament­e en el fondo del tacón, con una sensación añadida de estabilida­d asombrosa. Lisa Aiken, directora de ventas de moda del grupo Net-a-Porter asegura que el clásico tacón kitten, una adorable mínima protuberan­cia que aporta la elevación justa para modifcar la curva de la pierna, «está superando las expectativ­as de ventas esta primavera». Otros destacados en Net-a-Porter.com incluyen las chanclas de satén brillante de Gianvito Rossi y las merceditas de seda color teja de Tabitha Simmons. Larga vida a ambas: la comodidad y lo potente en un conjunto irresistib­le. Esto es progreso. Como apunta Choi, «las mujeres siguen queriendo glamour. Lo diferente es que hace cinco años queríamos hacer todo a la vez. Ahora nos tomamos un respiro».

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Victoria Beckham
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 ??  ?? Zapatilla deportiva de piel y caucho de LOUIS VUITTON.
Zapatilla deportiva de piel y caucho de LOUIS VUITTON.
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Melania Trump Lisa Armstrong es editora de moda del diario The Telegraph.
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