Harper's Bazaar (Spain)

La vida parisina de Ingrid Seynhaeve

‘Top model’ en los 90, ángel del primer desfile de Victoria’s Secret y hoy diseñadora de su propia firma de ropa, June 7.2 . Entramos en la vida (y en el apartament­o parisino) de INGRID SEYNHAEVE.

- Por Carla Coco Fotografía de Pablo Sarabia Estilismo de María Vernetta

Ingrid Seynhaeve, de raíces belgas y neoyorquin­a de corazón, nos recibe en su apartament­o parisino con una enorme sonrisa.Tan solo unos escasos minutos más son los que nos hacen falta para percibir que los años le han hecho justicia y que su belleza interior es equitativa­mente proporcion­al a aquella de la que nos percatamos a simple vista. Un metro ochenta que no deja indiferent­e a nadie y que en 1991 el jurado del concurso internacio­nal Elite Model Look no pasó por alto seleccioná­ndola como ganadora. Este fue el detonante de una larga trayectori­a profesiona­l que la llevó a convertirs­e en una de las top models de la época y protagoniz­ar, cuatro años más tarde, el primer desfle deVictoria’s Secret en el lujoso hotel The Plaza de NuevaYork. En aquel 1995 era una marca con sede en Ohio de la que no se esperaba que acabara convirtién­dose en lo que a día de hoy se conoce como la frma de lencería más famosa del mundo y su desfle, uno de los más mediáticos del año. Su carrera como modelo siguió creciendo a un ritmo vertiginos­o trabajando con frmas de alta costura de la talla de Oscar de la Renta, Emporio Armani o Carolina Herrera; además de ocupar la portada de revistas como Elle y Cosmopolit­an. Hoy sigue disfrutand­o del trabajo al que tantos años ha dedicado y, a pesar de que sus prioridade­s han cambiado, reconoce que cuando se le presenta una buena oportunida­d de trabajo, la acepta sin dudarlo. De sus viajes como modelo sacó la inspiració­n para lo que actualment­e es su hogar, un amplio apartament­o en el corazón de París en el que unos enormes ventanales son los responsabl­es de la cantidad de luz que incide en su interior. «Me encantaba fotografar los hoteles en los que me alojaba por trabajo. Hoy guardo las fotos en una enorme carpeta junto con recortes de revistas de decoración», cuenta Ingrid. De esos viajes también se trajo algunos de los elementos que decoran la casa como, por ejemplo, un cráneo de ñu de Sudáfrica que ahora ocupa una de las paredes o una mesa de madera maciza de Bali que preside el centro del salón. Esta última isla de Indonesia la recorrió

junto a la diseñadora Jacquie Moroni, con la que siempre ha compartido una gran amistad y la pasión por la moda. Fue un periplo decisivo en el que juntas decidieron dar vida a su propio proyecto conocido como June 7.2, una marca que nació con el deseo de lanzar al mercado una camiseta tan confortabl­e que no quisieras quitarte nunca y con la que Ingrid pasó a adoptar el papel de diseñadora en lugar del de modelo. «El signifcado del nombre se debe a que junio es el mejor mes para surfear en Los Ángeles y la temperatur­a ideal son los 72 grados Fahrenheit, además, el 7 es nuestro número de la suerte», aclara. Jacquie vive en Los Ángeles y aunque Ingrid suele tener un pie en NuevaYork y otro en París, es en este último donde está afncada. Por eso, la diferencia horaria con su compañera es un factor a tener en cuenta y se pasa hasta altas horas de la madrugada hablando con ella por Skype organizand­o lo relacionad­o con la marca. El resto del día se parece bastante al de cualquier otra madre trabajador­a del planeta en el que, después de una buena ducha, preparar el almuerzo a sus hijos y llevarlos al colegio, vuelve a casa para ponerse a trabajar con el ordenador. Limpia la bandeja de entrada del correo de mensajes no leídos, escribe a los proveedore­s de la marca y actualiza la web june72.com. «Para mí un día redondo sería aquel en el que me diera tiempo a ir al gimnasio o pudiera salir a comer con mis amigas», reconoce. Sin embargo, aquellos días en que se le brinda la oportunida­d, practica Pilates, ejercicios de balón suizo o yoga ashtanga. En su tiempo libre, Ingrid aprovecha para estar con su familia o sus amigos y también disfruta de las maravillas que le ofrece París, como paseos a lo largo del río Sena, la isla de San Luis o la zona de Le Marais con sus callejuela­s repletas de boutiques y pequeños restaurant­es. «La belleza de París me sigue sorprendie­ndo cada día, es un museo al aire libre», comenta. ➤

«Me encantaba fotografia­r los hoteles en los que me alojaba por trabajo, hoy guardo las fotos en una enorme carpeta»

Le encanta la fotografía y el mundo del arte, por lo que en la próxima colección de June 7.2 han aportado un enfoque lúdico a los diseños con aspectos propios del expresioni­smo abstracto, con los artistas Mark Rothko o Pierre Soulages como fuente de inspiració­n. De su pasión por la fotografía no nos cabe la menor duda al hacer un recorrido visual por las paredes blancas de su apartament­o, en las que un sinfín de instantáne­as en blanco y negro del fotógrafo por excelencia del siglo XX, Helmut Newton, lucen enmarcadas en el salón. Entre estas, de pronto, en una de ellas atisbamos unas piernas kilométric­as que nos llevan a descubrir la identidad de Ingrid en uno de los trabajos que llevó a cabo con el artista. Luciendo la misma sonrisa con la que nos recibió, descubrimo­s el lado dulce de la modelo cuando se sincera hablándono­s de su familia. «Creo que la vida me ha bendecido con dos hijos hermosos y un marido magnífco», reconoce. Ser madre es algo que adora y el modelo de camiseta Hayden, además de llevar el nombre del menor de sus dos hijos, es la más vendida de la marca. Esta lleva el logo de la frma en la parte frontal, compuesto por la flecha caracterís­tica, cuyo origen se remonta a la hebilla de un cinturón que Ingrid tenía y que siempre le ha encantado por la frescura que le transmitía. Con la camiseta, combinada con una falda negra de algodón y unos botines, la modelo se contonea por la casa. Fiel a su estilo, le gusta buscar el equilibrio mezclando prendas con un toque masculino y femenino al mismo tiempo. En su armario abundan las camisetas y los vaqueros, aunque reconoce que su devoción son las chaquetas, los zapatos y las gafas de sol. «Nunca tengo sufciente espacio en el armario y acabo invadiendo el lado de mi marido», confesa entre risas. Ingrid se encuentra en un momento de esplendor en el que, después de su rotundo éxito como modelo, hoy en día continúa disfrutand­o de su pasión por la moda en su papel como diseñadora rodeada de un mundo idílico.

«La belleza de París me sigue sorprendie­ndo cada día, es un museo al aire libre»

 ??  ?? Ingrid con vestido de algodón de ATTICO.
Ingrid con vestido de algodón de ATTICO.
 ??  ?? Lámparas de Philippe Starck, fotografía­s de Helmut Newton y cuadro de Massimo Vitali.
Lámparas de Philippe Starck, fotografía­s de Helmut Newton y cuadro de Massimo Vitali.
 ??  ??
 ??  ?? Retrato de Marc Lagrange, cuadro de Gonzalo Papantonak­is y silla de Arne Jacobsen.
Retrato de Marc Lagrange, cuadro de Gonzalo Papantonak­is y silla de Arne Jacobsen.
 ??  ?? Ingrid con vestido de algodón de JUNE 7.2 y botines Petra de cuero de MICUIR.
Ingrid con vestido de algodón de JUNE 7.2 y botines Petra de cuero de MICUIR.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Fotografía Giraffes in Mirage on the Taru Desert (Kenia, 1960), de Peter Beard.
Fotografía Giraffes in Mirage on the Taru Desert (Kenia, 1960), de Peter Beard.
 ??  ??
 ??  ?? Desde arriba a la izda., en sentido horario, Ingrid con camiseta y falda de JUNE 7.2 y botines de cuero de GOLDEN GOOSE DELUXE; fotografía de Massimo Vitali; bañera de Custom; biblioteca, y taburetes de Aro.
Desde arriba a la izda., en sentido horario, Ingrid con camiseta y falda de JUNE 7.2 y botines de cuero de GOLDEN GOOSE DELUXE; fotografía de Massimo Vitali; bañera de Custom; biblioteca, y taburetes de Aro.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain