ELMAGO DEALLARD
Tras las dos estrellas que consiguieron Diego Guerrero y María Marte en el Club Allard, JOSÉ CARLOS FUENTES se pone al frente del restaurante madrileño. ¿Conseguirá la tercera?
Le han llamado para manejar el Club Allard, ¿por qué usted? Estos señores están muy viajados, tienen paladar y saben qué encaja en su restaurante y qué no. Compartimos la idea de llevarlo a lo más alto. ¿Viene para quedarse? No me voy a marchar en tres meses. Llego con toda mi familia y mi objetivo es hacernos todos madrileños. ¿Cómo es su cocina? Mi vida entera está en mis platos: nací en el mar, trabajé en Murcia, viví en Tokio, estuve seis años en una finca en Toledo… Hay mucho mar y montaña. ¿Cómo empezó todo? Mi madre era cocinera en un hospital de mayores y yo me sentaba en un rincón y miraba aquellas ollas enormes llenas de cosas horribles. Cuando lo probaba pensaba: «Esto es magia». Ahora hace magia usted… Lo intento. La felicidad de los clientes es mi recompensa. Y creo que lo hago bien. ¿Qué se te quedó grabado de Carme Ruscalleda? Decía: «Cuando te sirvas un vino y un plato de jamón, apaga el
fuego». Si solo pudiera comer tres cosas… Me suicidaría. O elegiría jamón, huevos y un pescado. Ganó una estrella
en Tierra… Y de haberme quedado me habrían dado la segunda. Creo. En el último año sus jueces fueron cinco veces por allí, y en Tokio aprendí cómo funciona esto. La lleva tatuada, ¿le queda sitio para más? El otro brazo completo.