CON MUCHA CABEZA
La vida de Fátima Borja Álvarez de Toledo dio un giro de grados cuando se mudó a París por amor. Allí puso fin a su carrera como abogada, formó una familia y creó PETUSA À PARIS, una firma de tocados y collares que ha conquistado a mujeres de todo el mund
Mi marca es francesa y yo soy española.Es importante que se hable de la gente que hemos salido y hemos triunfado», defiende Fátima Borja Álvarez de Toledo (Alicante, 1979). A esta abogada de profesión el ofcio de sombrerera le pilló fuera de casa, en París, una vez cumplidos los 33 años y con tres hijos a su cargo: «Son las circunstancias de la vida las que marcan tu destino.Yo me vine a Francia porque me enamoré del que es hoy mi marido. No sabía hablar francés y aunque convalidé mi título de abogada nunca me sentí cómoda ejerciendo aquí. Así que decidí replantearme mi vida laboral».Tras estudiar moda en Studio Berçot en París, y después de realizar prácticas en varios talleres, entre ellos el de Azzedine Alaïa o el de Jean Paul Gaultier, en el año 2012 Fátima decide crear Petusa à Paris, una frma de tocados y collares cuya primera colección se presentó en enero de 2015. «Son los accesorios que te permiten ser más libre porque realmente no tienen una función, como los bolsos o los zapatos, sino que están ahí simplemente para embellecer a la mujer», reflexiona.Tres años después de aquellos primeros diseños, Petusa à Paris –«Soy una persona muy discreta y no quería utilizar mi nombre, así que usé mi apodo»– ya es un negocio global que se distribuye en ciudades como Londres, Nueva York o Hong Kong, y cuyo futuro próximo se presenta prometedor. «Empecé con muchas ganas pero sin saber cómo iba a acabar esta aventura. Ahora mi estilo empieza a ser reconocido y las ventas aumentan progresivamente. El trabajo bien hecho siempre tiene recompensa», afirma.
petusa-paris.com Estado de gracia