JAMESELLROY EL EGO DE LA PROSA
Provocador y egocéntrico, el escritor de ‘L.A. Confidential’ y ‘La dalia negra’ reedita una obra biográfica marcada por la violación y el asesinato de su madre con la que nos volverá a dejar sin aliento.
James Ellroy posa en la terraza del Hotel Pulitzer de Barcelona. SU VIDA ES DE NOVELA y la muestra sin recato en su última obra Mis rincones oscuros (publicada originalmente en 1996 y reeditada ahora por Penguin Random House). Quien espere una novela negra como las suyas, no la encontrará. Es una biografía. Cuando tenía 10 años su madre fue violada y asesinada. Nunca se descubrió al autor pero aquel suceso condicionó toda su vida. Primero como niño rebelde y más tarde como joven autodestructivo que cayó en la delincuencia, las drogas y el alcohol. Hasta que un día, tras una larga enfermedad, empezó a escribir. «Fue Dios quien se me apareció y me dijo que dejara el alcohol», asegura, aunque no aclare en qué tipo de viaje se le apareció. El niño Ellroy era un gran lector: «Después de la muerte de mi madre mis gustos por la lectura empezaron a cambiar y me interesé en historias de crímenes –dice–, quizá leyendo sobre otros casos podría inmunizarme de alguna manera. Cuando acabé mi primera novela me di cuenta de que era tan bueno que debía seguir escribiendo».Y salpica toda la entrevista de frases parecidas de ego subido tras las que, una acaba pensando, se esconde el verdadero Ellroy y que el resto es fachada e imagen. «¿Qué es lo mejor de Los Ángeles? [la ciudad donde se ambientan sus novelas]. No es ni el clima ni las hamburguesas, son mis