ALBERT BOADELLA ELIRREDUCTIBLE
El dramaturgo y presidente de Tabarnia nos recibe en su masía de Jafre, pequeña localidad gerundense en la que en las pasadas elecciones arrasó el independentismo. Allí, mientras su mujer Dolors cuida el jardín, hablamos con él de su recién estrenada óper
Es, técnicamente, un presidente en el exilio pero esta paradoja, lejos de preocuparle, le divierte enormemente. «De momento resido en Tractoria, que es toda aquella zona de Cataluña que no es Tabarnia», defende. En las antípodas de su imagen de hombre arisco, Boadella se muestra afable y dialogante en esta entrevista exclusiva en la que vuelve a poner de manifesto que la provocación sigue siendo su mejor carta de presentación. PREGUNTA: Ha estrenado recientemente su primera ópera, El pintor, sobre la vida de Picasso. ¿Qué quería contar? RESPUESTA: En el fondo es una ópera sobre cierta decadencia de la belleza. Coloco a Picasso como un tipo genial en sus inicios, pero destructor de muchos conceptos de la belleza, vendido a la industria del arte por la cantidad de obra que pintó. P: Usted ha dicho que el 75% de la obra del pintor malagueño es una mierda. ¿Lo mantiene? R: En el fondo es algo muy elogioso hacia el artista porque pintó más de sesenta mil obras. Si una cuarta parte es buena quiere decir que hay quince mil cuadros magnífcos, aunque cuarenta y cinco mil sean un bodrio.Velázquez jamás creó tantas obras buenas. P: También es suya la frase « El Guernica es como un grafti». ¿Pretende no dejar títere con cabeza? R: Pictóricamente El Guernica es muy discreto. No es una gran aportación al arte; es un garabato más o menos hábil. Si lo comparamos con las cuevas de Altamira, los bisontes son mucho más bellos que el grafti de Picasso. Que sea un icono desde un punto de vista político no lo discuto, pero artísticamente no tiene interés. P: ¿Está en tela de juicio todo lo que rodea la industria del arte? R: El arte ha dejado de emocionar a la gente. Si viviera hoy Leonardo, desde un punto de vista fnanciero sería un desastre porque nadie puede estar seis meses haciendo una obra. El arte ha entrado en un consumismo que no tiene sentido. Ha perdido su vinculación con el espíritu de los individuos, su mente y su sensibilidad. El Museo Reina Sofía es un tanatorio. P: ¿Queda algún reducto al margen? R: La danza, por ejemplo. Los grandes espectáculos de danza nunca se habían hecho tan bien como en la actualidad.Tienen una destreza magistral. Estos espectáculos han robado al teatro una parte de su escenografía. Aunque la música sigue siendo el arte más perfecto de todos. El teatro, en cambio, no me interesa. P: Dejó hace poco la dirección de los Teatros del Canal. ¿Por qué? R: Lo hice para recuperar la libertad y, por ejemplo, ser presidente de Tabarnia, que de otra manera habría sido imposible. No me habría metido en este berenjenal siendo director de los Teatros, para no entorpecer mi labor institucional. ³