GATAS CON BOTAS
Pasan los años y la legendaria frma británica de calzado Dr. Martens, devastadora de estereotipos y transmisora de fuerza, sigue en pie de guerra.
Hay determinados productos cuyo éxito se mantiene intacto con el paso de los años, y las botas Dr. Martens son un claro ejemplo de ello. Sus raíces se remontan a la Segunda Guerra Mundial, cuando el doctor alemán Klaus Maertens, tras sufrir una lesión en el tobillo, tuvo la iniciativa de modifcar la tradicional bota del ejército por una con una piel más fexible y una suela con amortiguación de aire.Tras su éxito, la compañía británica Griggs adquirió los derechos y reformó levemente el tacón, añadió la inconfundible costura amarilla y comercializó la suela como AirWair. «La belleza de la marca reside en la persistencia del tiempo. La bota sigue siendo la misma, con su estilo tradicional y la silueta atemporal. Lo que ha cambiado es el estilo de la gente», comenta Darren McKoy, director global de producto de Dr. Martens. Las botas comenzaron a ser usadas por amas de casa para las tareas del hogar y posteriormente pasaron a ser el distintivo de la clase obrera y jóvenes rebeldes que las utilizaban como símbolo de autoexpresión. «Lo mejor de las Dr. Martens es que han sido reinterpretadas por diferentes consumidores llegando a borrar los límites y estereotipos de las personas, esto es algo de lo que nos sentimos verdaderamente orgullosos», añade McKoy. Aunque el icono de la marca, la bota 1460, sigue conservándose de manera intacta desde su primera fabricación en el año 1960, con el tiempo han surgido otras con novedosos materiales (como la versión vegana) o diferentes modelos como los de la colección otoño/invierno 2018, que ensalzan la esencia y las raíces de la marca. «Nuestro objetivo es conservar el ADN emblemático de Dr. Martens a través de diseños actualizados y frescos que continúen propinando al consumidor la fuerza necesaria de actuación. Este es el gran secreto de su perdurabilidad».