Los esenciales de Sofía Paramio
Ahora se cumplen 40 años de la primera marcha en Madrid. Pero todo comenzó el 28 de junio de 1969. Aquel día, la comunidad LGTB se plantó, por primera vez, ante la sociedad y el sistema que prohibía cualquier tipo de expresión relacionada con su identidad sexual. Fue en Nueva York, en el pub Stonewall Inn, el mismo que, tras lo ocurrido, bautizó con su nombre aquellos disturbios. Desde entonces, la fecha celebra la libertad y el amor sin límites. Ambos motivos suficientes para festejar, y que han dejado a lo largo de la historia, y gracias a la comunidad (hoy LGTBIQ), grandes dosis de inspiración adentrándonos en terreno conocido: la moda. Cher, Barbra Streisand, Diana Ross o Donna Summer han sido y son –entre otros– conocidos iconos del movimiento en defensa de unos derechos tan básicos como los mencionados y, además, coinciden en habernos regalado sensualidad y lentejuelas a raudales, que me mantienen obsesionada de cara a próximos estilismos y a la fiesta del Orgullo. De Studio 54 al escenario de Chueca existe un hilo conductor de arcoíris (4 y 9), paillettes (6 y 8), flecos (7) y brillo (2) que defienden nombres como Charlotte Olympia o Attico. A todo color y con un aire disco, el mismo de la década que vio crecer la reivindicación, lanzarse a las calles a celebrar el Pride, el Orgullo o la libertad –llámalo como quieras– se me antoja más apetecible que nunca.