INDULGENCIA PARA LA PIEL
Hace 30 años nacía uno de los tratamientos faciales más icónicos de las últimas décadas que basaba sus bondades en el extracto de CAVIAR. Hoy, se renueva y magnifica por obra y gracia de la ciencia más puntera.
EL ROLLS-ROYCE DE LOS TRATAMIENTOS. Así apodó la crítica internacional a Skin Caviar Luxe Cream –una fórmula innovadora y altamente efectiva que llegó con la promesa de «dar vida a los años»–, que se ha mantenido en lo más alto del podio desde su lanzamiento en 1987. Precisión, pureza, perfección, calidad, compromiso, lujo… Los valores presentes en La Prairie, la marca con ADN suizo, también se extrapolan a cada uno de sus productos, concebidos para cuidar y perfeccionar la calidad de la piel. «Nosotros interpretamos la belleza como algo atemporal y nos mantenemos feles a la herencia de la maison. No se trata de aparentar ser más joven, sino que nuestra intención es proporcionar más tiempo a las mujeres para que se sientan más bellas. Porque aquí no hablamos de una belleza superfcial», advierte Patrick Rasquinet, presidente de La Prairie. Y como el compromiso de la marca está intrínsecamente ligado a la excelencia, ha llegado el momento de reformular y remasterizar el tratamiento facial que se convirtió en un preciado objeto de deseo. ¿Por qué ahora? «Todos los años la tecnología mejora, las fórmulas se perfeccionan y se optimiza la extracción de los benefcios de los ingredientes de nuestros productos. Está claro que en estos momentos extraemos más y mejor la sustancia de los granos de caviar que hace 20 años. Nunca cambiamos nada por un tema de tendencia o de moda, solo lo hacemos si de verdad pensamos que podemos enriquecer la experiencia de nuestra consumidora», continúa Rasquinet. Por eso, la nueva Skin Caviar Luxe Cream, además del Complejo Celular Exclusivo presente en todos los lanzamientos de la casa, lleva incorporada Caviar Premier, una composición que eleva la potencia y efectividad de su ingrediente estrella para aportar un efecto lifting y reafrmante mucho más potente. Una fórmula mejorada en un tarro que conserva intacto su diseño original de líneas geométricas inspirado en el movimiento Bauhaus, junto con la tipografía Helvetica minimalista y el azul cobalto del Pantone. Todo un símbolo de modernidad y respeto al patrimonio de La Prairie, que en los últimos años se ha unido al mundo del arte contemporáneo colaborando estrechamente con Art Basel.