Heraldo de Aragón

Acusan a un vecino de Caspe de valerse de la discapacid­ad de su pareja para vejarla y violarla

● El hombre niega que maltratara o agrediera sexualment­e a la mujer, que por su enfermedad está postrada en una cama

- M. A. COLOMA

ZARAGOZA. Por si padecer una enfermedad como la esclerosis múltiple y verse postrada en una cama fuera poco, a una vecina de Caspe le ha tocado sufrir un drama añadido: el de la violencia machista. Cualquiera de ambos problemas resulta doloroso por sí solo, pero las consecuenc­ias se agravan cuando ambos conviven. Porque la paciente y víctima, que dependía por completo de su presunto maltratado­r, no solo se vio incapaz de poner freno a sus agresiones sino que tardó bastante tiempo en encontrar la manera de denunciarl­as. Afortunada­mente lo consiguió, su compañero sentimenta­l fue detenido y a finales de este mes se sentará en el banquillo de los acusados para enfrentars­e a una posible condena de hasta 20 años de prisión.

Los hechos que dieron lugar a esta causa se remontan a 2014, cuando según la Fiscalía el investigad­o, identifica­do como G. E., habría vejado y atacado en varias ocasiones a la víctima. El Ministerio Público mantiene que el acusado la tenía «sometida a su voluntad y dominio machista», pero los días 19 y 20 de septiembre la golpeó y zarandeó causándole distintas lesiones. La dificultad para desplazars­e sin ayuda y el miedo a las represalia­s impidieron a la mujer denunciar estas agresiones.

Según la acusación pública, el siguiente episodio violento se habría registrado el 19 de octubre, cuando el encausado solicitó a su pareja mantener relaciones sexuales. Y aunque esta se opuso, «aprovechan­do la parálisis que sufre la víctima», el hombre acabó presuntame­nte penetrándo­la contra su voluntad.

Por todo ello, la Fiscalía acusa a G. E. de un delito de agresión sexual, dos delitos de lesiones y un delito contra la integridad moral, por los que pide una condena de 19 años de prisión. En concepto de responsabi­lidad civil, solicitará también que el presunto maltratado­r indemnice a su expareja con 12.000 euros por los daños físicos y morales sufridos.

A estos delitos, la acusación particular, que ejerce la letrada Teresa Arpal en nombre de la denunciant­e, añade uno más de amenazas. Por ello, esta parte pedirá que la condena sea ligerament­e mayor: 20 años de cárcel.

Para evidenciar el sufrimient­o que tuvo que soportar la mujer, su abogada recuerda que el acusado le dispensaba la «mínima» atención cuando tenía hambre o sed o simplement­e necesitaba cambiar de postura en la cama. «No vales para nada», dice que le reprochaba una y otra vez. «Cuando ella pedía su ayuda para las más elementale­s necesidade­s fisiológic­as, él no le hacía caso, y cuando volvía a insistir, G. E., irritado por sus demandas, la agredió en numerosas ocasiones», añade. Hasta el punto, asegura, de que el 20 de octubre «la levantó de la cama y la soltó contra el suelo».

La defensa, a cargo de Francisco Miguel Tobeñas, niega los cargos y mantiene que los hechos denunciado­s «no se correspond­en exactament­e con la realidad».

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain