La guerra de impuestos amplía la brecha fiscal entre Madrid y Cataluña
● Los expertos que calculan el ranquin de competitividad tributaria abogan ahora por la eliminación del impuesto de Patrimonio en España
MADRID. El entramado tributario tejido por las comunidades autónomas en los últimos años ha derivado en notables diferencias entre regiones que sitúan a Madrid como la más competitiva del país en términos fiscales. Y lo es cada vez a una mayor distancia de Cataluña, que ocupa la última posición del ranquin elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad y la Tax Foundation que se conoció ayer. En concreto, y según el documento que compara los sistemas tributarios de 16 comunidades y las tres diputaciones vascas, la comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso ha mejorado su puntuación total hasta los 7,43 puntos sobre diez, 2,86 puntos por encima de la nota otorgada a Cataluña.
Hay que tener en cuenta que dicho cálculo se cerró en agosto y no contempla los cambios tributarios anunciados por varias regiones en las últimas semanas. Por eso, los autores apuntan a que las mismas tendrán «un gran impacto» en el ranquin de 2023.
En todo caso, el liderazgo de
Madrid se consolida tras la supresión de sus impuestos propios y de reducir en 0,5 puntos el gravamen sobre la renta. Una política que contrasta con la desarrollada por Cataluña donde, a pesar de haber rebajado el tipo mínimo del impuesto sobre la renta en 1,5 puntos (hasta el 10,5%), ha perdido competitividad fiscal «al haber aumentado el número de tramos y también declararse inconstitucional el mínimo personal». Además, esta región cuenta con el triple de impuestos propios que el resto, algo que también contribuye a que se mantenga en la última posición del listado desde 2008.
Casi al mismo nivel que Cataluña se sitúa la Comunidad Valenciana, que tiene uno de los sistemas «más gravosos» en Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, según el análisis de esos expertos. Por otro lado, Vizcaya, Álava y Guipúzcoa mantienen la segunda, tercera y cuarta posición del listado. «En 2022 las diputaciones han deflactado la tarifa del Impuesto sobre la Renta y los mínimos personales y familiares», se recuerda en el texto.
Comparativa con Europa Como novedad, este año el informe compara las comunidades españolas con lo que ocurre en otros países europeos. Y en este punto la mayoría sale perdiendo en términos de competitividad fiscal respecto a los otros países socios de la zona euro. Por ejemplo, en el impuesto sobre la renta todas las regiones analizadas presentan tipos marginales máximos por encima de la media europea, establecida en el 42,92%.
Del mismo modo, los expertos recuerdan que el impuesto sobre Patrimonio, de naturaleza estatal pero cedido a las autonomías – que supone un 0,6% de la recaudación total de Hacienda–, solo se mantiene actualmente en Suiza y Noruega.
Por su parte, Francia, Italia y Bélgica gravan la titularidad de determinados activos. Actualmente, el impuesto referido logra recaudar alrededor del 0,10% del PIB en España. Ante este escenario de reducida capacidad recaudatoria, los expertos consideran que el tributo es un instrumento de redistribución «evidentemente inadecuado».
Su alerta, que más bien es una recomendación para el país, llega justo en plena batalla fiscal de las comunidades para bonificar el impuesto. Este movimiento político ya ha obligado al Gobierno a anunciar un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas a partir de una renta de tres millones de euros, con el objetivo de neutralizar esas bonificaciones anunciadas.