El sicario acusado de rociar con ácido a un joven en Caspe logra aplazar el juicio
● El agresor renunció a su abogado ‘in extremis’, en lo que el tribunal sospecha que podría ser una maniobra dilatoria
ZARAGOZA. El juicio contra el sicario acusado de desfigurar el rostro a un chaval de 17 años en Caspe arrojándole una botella de dos litros de ácido sulfúrico tendrá que esperar. La Audiencia de Zaragoza tenía previsto comenzar a juzgar ayer a Aitor G. G. y a las otras cinco personas detenidas por este bárbaro y cruel ataque, incluida la excuñada de la víctima, Sara G. C., quien presuntamente ideó la emboscada para vengarse del abandono de su marido, hermano de la víctima. Sin embargo, el considerado brazo ejecutor de la tentativa de asesinato, perpetrada el 3 de mayo de 2019, renunció in extremis a su abogado, lo que obligó a aplazar la vista.
Los magistrados sospechan que la decisión de Aitor G. C. puede obedecer a una estrategia para ganar tiempo, conseguir la libertad y darse a la fuga, ya que el próximo mes de junio cumplirá cuatro años en prisión provisional, el máximo que permite la ley. «Yo estoy cumpliendo otra condena de cinco años y no voy a salir de la cárcel, no puedo irme a ninguna parte», aclaró el sicario, quien supuestamente cobró 500 euros por desplazarse a Caspe y preparar la encerrona al menor.
Cuando el presidente de la Sección Sexta, Francisco Picazo, preguntó al encausado por qué quería cambiar de letrado justo el día en que debía comenzar el juicio, tras casi cuatro años de instrucción, Aitor G. C. alegó que en todo este tiempo solo había visto una vez al abogado que se le designó de oficio. El sicario, para el que la Fiscalía solicita 14 años y 8 meses de cárcel, aseguró haber hablado ya con otro letrado para que se haga cargo de su defensa. Pero cuando el tribunal quiso saber si este estaría ya preparado para retomar la vista hoy, el acusado pidió más tiempo.
Héctor Cinca, el representante legal de Aitor G. C., se excusó también ante la Sala. «Ha quedado claro que mi cliente ha perdido la confianza en mí, lo que me impide defenderlo», señaló. Ato seguido y «sintiéndolo mucho», Picazo se vio obligado a aplazar el juicio hasta que el acusado tenga nuevo letrado. Cabe recordar que durante los últimos años ha cambiado ya tres veces de abogado defensor.
Arropado por su familia
Además de los seis acusados, ayer estaba previsto que declarara también víctima del ataque, Kamal M., quien estuvo arropado en los pasillos de la Audiencia Provincial por sus padres, hermanos y amigos. El joven, que este año cumple los 21 años, fue atacado justo en el momento en que se disponía a entrar en casa. De hecho, fueron sus gritos los que hicieron salir corriendo a dos de sus hermanos, quienes también sufrieron quemaduras al socorrerlo.
Para la familia de la víctima y la Fiscalía, además de un acto absolutamente inhumano, lo ocurrido aquella tarde en Caspe fue un claro intento de acabar con la vida de Kamal. Y como principales responsables señalan tanto a Aitor G. G. (41 años) y Sara G. C. (30 años), los dos únicos detenidos a los que la jueza instructora se negó a conceder la libertad provisional. Los otros cuatro encausados son José G. C. ‘el Recortao’, tío de Sara; Teresa P. L., quien cuidaba de la madre del anterior, sabía de la emboscada y no hizo nada por evitarla; y Raúl C. G. e Iván M. F., supuestos cómplices. La banda criminal se enfrenta a casi 60 años de cárcel.