Muere un hombre de 72 años al precipitarse 20 metros por un barranco en Villanúa
● La víctima, de Zaragoza, tropezó y cayó por una pendiente cuando hacía labores de mantenimiento cerca de su borda
HUESCA. La Semana Santa se ha cerrado de forma trágica en el Pirineo con la muerte de un hombre que se cayó por un barranco en el municipio de Villanúa. Las lesiones que presentaba eran incompatibles con la vida, ya que se precipitó desde una altura de 20 metros por una pendiente casi vertical. El fallecido era un vecino de Zaragoza de 72 años. Según la información facilitada por la Guardia Civil, todo apunta a que se tropezó y se despeñó por la pendiente.
Fue el último rescate realizado por la Guardia Civil en estas vacaciones de Semana Santa, que dejó un balance de 16 auxilios de montaña en cuatro días por parte de los especialistas del Greim, médicos del 061 y el helicóptero de Huesca.
Al parecer, la víctima se encontraba con otra persona en el camino de Orbil, donde tenía una finca con una borda situada en medio del monte. Realizaba labores de mantenimiento cuando se cayó de forma accidental.
El alcalde de Villanúa, Luis Terrén, explicó ayer que el lugar donde ocurrió el suceso está cerca del cementerio, a un kilómetro del casco urbano aproximadamente y que se trata de un área muy abrupta.
El accidente se produjo la tarde del domingo. Sobre las cinco y media, el 112 recibió un aviso comunicando que una persona se había caído por un barranco en una zona próxima a la vía del tren, facilitando las coordenadas del lugar.
Un lugar de difícil acceso
El 112 activó a la Guardia Civil. Hasta el lugar se trasladaron especialistas del Greim de Jaca, el helicóptero de la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Aragón con base en Huesca y el médico del 061. Una vez en el lugar, sobrevolaron la zona y al tratarse de un barranco de difícil acceso para la aeronave, los especialistas de montaña y el médico tuvieron que descender con la grúa de la aeronave, mientras que una patrulla de Seguridad Ciudadana del puesto de Canfranc intentaba aproximarse a pie.
Cuando los socorristas llegaron hasta donde estaba el cuerpo, el médico del 061 únicamente pudo certificar el fallecimiento. Fuentes de la Comandancia de Huesca precisaron que se había precipitado desde una altura de unos 20 metros por una pendiente casi vertical y que tenía lesiones incompatibles con la vida.
Una vez colocado el cuerpo en una camilla, fue extraído del lugar con la grúa del helicóptero y trasladado a la ciudad de Jaca, donde un furgón funerario lo llevó hasta el depósito de cadáveres a la espera de realizar la autopsia.