Las discrepancias por el tope a los alquileres frenan la ley de vivienda

Podemos advierte al PSOE de que «el Gobierno no se puede permitir llegar al 28-M» sin tener aprobada la norma.

MADRID. PSOE y Unidas Podemos repiten desde enero que la ley de vivienda, una de las claves de bóveda para el Gobierno en esta legislatura, estará lista «pronto». Sin embargo, los morados reconocen que las discrepancias por el tope a los precios del alquiler en las llamadas zonas tensionadas frenan la aprobación de una norma sobre la que ya pesan 866 enmiendas.

El coportavoz de Podemos Pablo Fernández advirtió este lunes, en rueda de prensa desde la sede del partido, que «el Gobierno no se puede permitir llegar al 28-M» sin tener aprobada la norma, a la que definió como «condición para renovar el Ejecutivo de coalición». Llamó a los socialistas a «no comentar la vida de otros partidos», en referencia a las negociaciones entre el equipo de Yolanda Díaz y el de Ione Belarra, y les animó, en cambio, a «cecuestiones rrar los flecos que quedan». Fernández, como hizo hace un mes la propia Belarra, volvió a insinuar que existe una conexión entre el cargo que ostenta actualmente el exministro del PSOE Joan Clos, presidente de la Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler, con las «reticencias» de su socio de Ejecutivo a pactar la norma en las condiciones que proponen Podemos, EH Bildu y ERC, que también forman parte activa de las conversaciones.

El Ministerio de Economía, donde ha encallado la ley, lanzó su última propuesta antes de Semana Santa, cuando sugirió elevar al 3% el año que viene el tope para las revisiones de la renta que pagan los inquilinos, para luego, en un futuro, establecer un nuevo límite. Una medida acogida con frialdad por parte de morados, republicanos y abertzales, que defienden convertir en estructural el actual tope temporal del 2%, como fue fijado en el paquete de medidas para paliar los efectos de la invasión rusa de Ucrania.

Desde el PSOE, en cambio, explican que la ley «está prácticamente cerrada», aunque reconocen las existencia de «algunos flecos en los que Podemos tiene que ceder». «Nosotros ya hemos cedido mucho desde nuestra posición de partida», concluyen.