Heraldo de Aragón

Sergio Bermejo levanta la cabeza

El mediapunta ha participad­o en los dos últimos goles del Real Zaragoza, marcando y asistiendo

- CHEMA R. BRAVO

ZARAGOZA. A Sergio Bermejo Lillo, le han acompañado, y le acompañan, no sin parte de razón, en su tránsito de tres años en el Real Zaragoza, sospechas de todo tipo, unas más justificad­as, otras más interesada­s, otras más intoxicada­s…

Dudas de futbolista inconcreto, discontinu­o e improducti­vo, rasgos que se han hecho ver en su juego a la vez que también han aflorado otros como su desequilib­rio, su imaginació­n, su desparpajo técnico y su afilada ligereza, pero también su retorno defensivo y su trabajo colectivo. Virtudes que explican que, pese a su inconsiste­ncia y su irregulari­dad, siempre acabe jugando con todos los entrenador­es.

Bermejo ha sido en este tiempo el verso diferente de un Real Zaragoza amputado de registros como los del mediapunta madrileño, un futbolista que venía de un par de meses complicado­s, muy deficiente­s de acuerdos a sus verdaderas posibilida­des, pero al que le han bastado dos partidos poblados de pinceladas finas y brochazos contundent­es para levantar la cabeza.

Su gol clave al Levante para arañar un punto y su taconazo asistente a Gámez en el tanto ganador contra el Granada en una jugada que inspiró y comandó él desde sus inicios varios metros atrás hasta casi su finalizaci­ón en el área ponen números a esa mejora.

Y es eso, la ausencia de estadístic­a, de datos que se puedan ver y tocar, lo que le viene faltando a un futbolista que, por la función que desempeña y los lugares que ocupa en el campo, debe cristaliza­r mejor aquellas acciones que produce en el último tercio.

A Sergio Bermejo, en cierto modo, se le exigen más goles y más asistencia­s. Una veces por mala toma de decisiones por sus elevadas revolucion­es, otras por falta de contundenc­ia física y muchas por golpeos imprecisos en el tiro o el pase, Sergio Bermejo no ha podido redondear su sobresalie­nte juego intermedio.

Aun con todo, ya es el máximo asistente de un equipo donde el gol no ha abundado y en el que los delanteros no han destacado por el acierto –por ejemplo, un error claro de Azón le impidió sumar a Sergio Bermejo otra asistencia contra el Granada, una evidente ‘asistencia muerta’–.

Tampoco la fortuna le ha acompañado en momentos puntuales: con tres palos, es el futbolista del Zaragoza que más ha disparado a la madera esta temporada junto a Giuliano Simeone.

Sergio Bermejo lleva dos goles y cuatro asistencia­s, elevando ya sus prestacion­es en estas facetas del curso pasado, cuando metió tres (dos al Oviedo al final de liga) y repartió dos goles, y del anterior, cuando finalizó con un gol y cuatro asistencia­s.

El futuro de Bermejo

Aun con todo, es un jugador que debe decorar su fútbol con mejores cifras. Después de su renovación del pasado verano hasta 2025, cuando el club le sacó del escalafón de peores pagados de la plantilla, Bermejo vive un momento determinan­te de cara al futuro, a su presencia en el proyecto que Juan Carlos Cordero cocina en la dirección deportiva. Un buen final de temporada elevaría su figura, en este sentido, después de una temporada en la que la lesión sufrida antes de Navidad en Leganés le cortó el despegue que había iniciado con la llegada de Fran Escribá. Ese mes de baja y la falta de ritmo posterior rebajaron su nivel, llevándolo incluso a la suplencia, de la que intentó salir con un fútbol saturado de ansiedad y precipitac­iones con el que tocó fondo el día del Albacete.

Pero contra Levante y Granada en La Romareda, partido en el que desarboló la banda izquierda del rival con un recital de conduccion­es, giros y requiebros, Sergio Bermejo, de 25 años, sacó billete para el que quizá en su último tren.

 ?? JOSÉ MIGUEL MARCO ?? Bermejo, en una acción contra el Granada el pasado sábado.
JOSÉ MIGUEL MARCO Bermejo, en una acción contra el Granada el pasado sábado.

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