Los exediles naranjas en Zaragoza perderán salario y no tendrán grupo propio
ZARAGOZA. Los hasta ahora concejales de Cs en el Ayuntamiento de Zaragoza ya se pueden considerar formalmente ediles no adscritos. Así lo ha resuelto el secretario municipal en un informe emitido ayer, en el que se regulan las condiciones económicas y políticas en las que desempeñarán su labor en el mes y medio que resta hasta las elecciones.
El máximo responsable de la legalidad en el pleno municipal determina que María Antoñanzas, Sara Fernández, Cristina García, Carmen Herrarte, Víctor Serrano y Javier Rodrigo son no adscritos desde ayer, un acuerdo del que habrá que dar cuenta al pleno del próximo 28 de abril.
Los seis podrán seguir en la junta de gobierno y mantener sus delegaciones. Eso sí, no podrán tener dedicación exclusiva, situación en la que se encuentran Víctor Serrano, Sara Fernández, Carmen Herrarte y Javier Rodrigo, que pasarán a percibir el 80% del salario como máximo.
¿Y el dinero del grupo? La asignación que se transfiere a Cs para su funcionamiento es del grupo municipal, no del partido. No hay precedentes de la disolución de uno al completo, por lo que fuentes consultadas explicaron que la intención es devolver todo el dinero al Consistorio, una vez abonadas las cuentas pendientes.
El secretario subraya también que los no adscritos podrán conservar su acta de concejal y mantendrán intactos su derechos a participar y a votar en los órganos municipales, entre ellos el pleno y las comisiones, pero no podrán formar un grupo propio, dado que el de Cs desaparece, y tendrán que participar a título individual.
Los no adscritos tendrán la mitad de tiempo que los intervinientes que pertenezcan a un grupo. Esto será efectivo en el último pleno, dado que no está previsto que haya más. En las comisiones se mantiene el sistema de voto ponderado, pero los exconcejales tendrán que asistir a todas, dado que a partir de ahora tienen una consideración individual.
Otra cosa son las sociedades y patronatos. Los seis tienen derecho a ser miembros, pero los cambios que hubiera que hacer en los consejos requerirían del acuerdo del pleno, no solo consistirían en un «dar cuenta», mientras que en las sociedades se necesitaría la aprobación de las juntas generales. El secretario advierte, no obstante, de que hasta que acabe la corporación no está previsto convocar más consejos o patronatos.
Al margen de la situación de los concejales, una de las cuestiones que habrá que resolver ahora es la situación de los asesores de Cs tras la disolución del grupo. En total, la formación naranja tiene cuatro. A estos eventuales los nombra el alcalde tras un acuerdo de la junta de portavoces, por lo que los responsables de los distintos grupos se deberían reunir de nuevo para resolver esta situación.