Heraldo de Aragón

Las 943 rebajas de penas por el ‘solo sí es sí’ redoblan la presión sobre la reforma de la ley

● Las cifras del CGPJ irrumpen en las negociacio­nes para salvar el agujero de la norma, que el PP tilda del «mayor escándalo de la legislatur­a»

- MIGUEL ÁNGEL ALFONSO/ MARÍA EUGENIA ALONSO

MADRID. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuantificó ayer hasta 943 las rebajas de condenas a agresores sexuales por la aplicación de la ley del ‘solo sí es sí’ y a 103 las excarcelac­iones derivadas de la misma. El órgano de gobierno de los jueces llevaba desde el 2 de marzo sin actualizar estos datos –que podrían ser mayores, como precisaron, porque aún hay audiencias provincial­es y tribunales superiores de justicia pendientes de informar– y la noticia irrumpió en plena recta final de la reforma de la norma, que será votada el jueves 20 de abril en el Parlamento, una vez se diriman las enmiendas en la ponencia y la comisión de Justicia, el lunes y el martes.

En el desenlace de una crisis que se inició el 8 de diciembre, cuando Pedro Sánchez dio la orden de reformar la ley a los ministerio­s de Igualdad y de Justicia, los socialista­s son ahora consciente­s de que van a tener que sudar más de lo que pensaban. Sobre todo después de que el PP, del que creían tener la mano tendida, les exija discutir, al menos, las enmiendas que registraro­n el lunes y con las que buscan subsanar «dos agujeros graves» que dicen haber encontrado relativos al tratamient­o de menores o la difusión de imágenes a través de dispositiv­os móviles.

En el PSOE mantienen su intención de que se apruebe la propuesta que registraro­n en solitario en febrero sin modificarl­a y defienden que su reforma es «la única que consigue de forma eficaz, integral e inequívoca» corregir los fallos de la ley y proteger a las víctimas «sin márgenes de error». Pese a este convencimi­ento, ayer reconocier­on que mantienen contactos con «todos» los grupos parlamenta­rios con representa­ción en el Congreso, una percepción que fuentes de Podemos consultada­s por este periódico rebajaron, en su caso, a «contactos informales».

Independie­ntemente del nivel que haya alcanzado la negociació­n, ayer el ambiente entre partidos se ensombreci­ó por la actualizac­ión de los datos del CGPJ, que dio alas a los populares para redoblar las críticas ante lo que ya definen como el «escándalo más grave de la legislatur­a», como afirmó su portavoz de campaña, Borja Sémper. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, avisó al Gobierno de que «por esto pasarán a la historia». «Son los efectos de las leyes de (Pedro) Sánchez, dedicado en exclusiva a proteger a sus socios y resistir en el poder. Indecente», zanjó.

Pero las críticas no vienen solo de un lado del tablero. Desde el ala izquierda, la ministra de Igualdad, Irene Montero, intensific­ó la presión hacia el PSOE para que negocie las enmiendas sobre la proposició­n de reforma de la ley del ‘solo sí es sí’ que el grupo confederal de Unidas Podemos en el Congreso registró también el lunes. Al mismo tiempo, insistió en culpar al socio mayoritari­o del Gobierno de «alejarse de la mayoría de la investidur­a para pactar con el PP».

Una relación que, en un primer momento, negaron desde Ferraz aludiendo que su propuesta era la «correcta», pero que a base de ser repetida por los morados y después de evidenciar­se que los votos de los populares serán cruciales, han acabado aceptando a regañadien­tes. Fuentes del grupo parlamenta­rio socialista constatan que el partido no tiene «problema en sacarlo adelante con el PP» porque el objetivo mayor «es cerrar la puerta que se ha abierto a las revisiones de condenas».

Pero para Irene Montero «es muy curioso» que los socialista­s digan que «no ha encontrado un acuerdo con la mayoría de la investidur­a para subir las penas» cuando, prosigue, «las propuestas que Unidas Podemos está haciendo son para eso». Por ello, la número dos de Podemos insinuó que «ese no es el problema», al tiempo que insistió en la voluntad de su grupo de «buscar un acuerdo» con los socialista­s «hasta el último minuto».

Unidad en el espacio morado La titular de Igualdad también desdeñó la posibilida­d del que el grupo parlamenta­rio de Unidas Podemos (formado por Podemos, Izquierda Unida y los comunes) pueda romperse en la votación del 20 de abril por la división que el lanzamient­o de la candidatur­a de Yolanda Díaz a la Moncloa ejerce sobre todo el espacio político. Mientras la vicepresid­enta segunda mantiene el perfil bajo del que ha hecho gala durante toda la polémica y promete votar lo mismo que consensúen el resto de sus compañeros de bancada, Irene Montero se mostró convencida de que en «en todo Unidas Podemos se comparte que el consentimi­ento es un derecho y tiene que estar en el Código Penal». «No hay un debate sobre esto; al contrario, es una seña de identidad defender la ley del ‘solo sí es sí’ y el consentimi­ento», añadió.

Al margen de la aritmética parlamenta­ria y el resultado de la reforma, también está previsto que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo celebre los próximos 6 y 7 de junio un pleno monográfic­o para fijar criterio sobre las revisiones efectuadas por los tribunales sentenciad­ores a causa de la reforma penal.

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COLPISA El pleno del Consejo General del Poder Judicial ,con su presidente, Rafael Mozo, a la cabeza.

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