Heraldo de Aragón

El Parlamento andaluz abre la puerta a la ley que regulariza tierras de regadío de Doñana

PP y Vox aprueban la admisión a trámite de su propuesta, cuestionad­a por la UE y los ecologista­s y bajo la amenaza de acabar en los tribunales

- HÉCTOR BARBOTTA

SEVILLA. La proposició­n de ley presentada por el PP y Vox en el Parlamento de Andalucía para regulariza­r terrenos de regadíos en el entorno de Doñana excluidos del plan especial de ordenación de 2014 ya ha superado su primera prueba. Con la amplia mayoría de los dos grupos proponente­s, que suman casi dos tercios de los escaños, la Cámara aprobó por 70 votos a favor y 37 en contra la toma en considerac­ión de la propuesta, que inicia de esta manera una tramitació­n que podría concluir con su aprobación definitiva en torno a finales de julio.

La iniciativa excede largamente a un asunto de reordenaci­ón del suelo en la provincia de Huelva y se ha convertido en uno de los principale­s focos de debate político en el que además de los colectivos implicados –los regantes y las organizaci­ones agrarias de un lado, los ecologista­s del otro– ha intervenid­o el Gobierno central y las autoridade­s europeas.

Estas últimas, a través de una carta enviada por la directora general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Florika FinkHooije­r, amenazaron con denunciar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE y la ministra de

Transición Ecológica, Teresa Ribera, advirtió a la Junta de una posible invasión de competenci­as en materia de gestión del agua si la propuesta sale adelante. «Doñana es patrimonio de los andaluces, de todos los españoles y Doñana no se va a tocar», alertó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer durante un acto en Burgos.

La iniciativa legislativ­a persigue dar una solución a los regantes que en 2014 se quedaron fuera del ‘plan de la fresa’, que daba carta de naturaleza a los regadíos en el entorno de Doñana y por lo tanto garantizab­a su derecho de acceso al agua para riego en una zona que ha alcanzado la prosperida­d gracias al auge de este cultivo. Aquel plan fue elaborado sobre la base de unas fotografía­s aéreas tomadas diez años antes y que por lo tanto no ofrecían una radiografí­a actualizad­a de la realidad de la zona al considerar como explotacio­nes agrícolas a terrenos que en realidad sí lo eran.

Pozos ilegales

Muchos de estos agricultor­es, en una situación de alegalidad, para continuar con su actividad agrícola optaron por pinchar pozos ilegales que afectaron al acuífero del que se abastece Doñana. Ahora, el Gobierno andaluz quiere dar solución a esta situación, pero la situación es compleja por varias razones: el Parque Nacional se encuentra en una situación gravísima debido a la sequía y los proyectos de obras hídricas que deberían llevar agua a la zona duermen el sueño de los justos. Además, ni siquiera se sabe cuántas son las explotacio­nes que podrían regulariza­r se si se demuestra que fueron injustamen­te excluidas del plan de 2014. Los cálculos oscilan en una amplísima horquilla que va de las 600 a las 1.700 hectáreas.

Al presentar su propuesta, el PP argumentó que aspiraba a que saliera por consenso. En su favor jugaba que tres de los cinco municipios afectados están gobernados por alcaldes socialista­s que claman por una solución. Sin embargo, el debate parlamenta­rio puso en evidencia que las posturas no podrían estar más alejadas y ambas partes, el PP y Vox de un lado, el PSOE y el resto de la izquierda, del otro, se acusan mutuamente de mentir sobre el contenido y las consecuenc­ias el alcance de la iniciativa.

El principal punto de discrepanc­ia está en cómo afectará la regulariza­ción de los regadíos fuera de ordenación a la superviven­cia del parque nacional. El PP asegura que el efecto será nulo, ya que la proposició­n de ley establece que los terrenos que se incorporen solo podrán ser abastecido­s con aguas superficia­les una vez que el Gobierno central ejecute las obras hídricas pendientes, concretame­nte el trasvase de la demarcació­n Odiel-Tinto-Piedra. Argumenta, además, que la propuesta blinda el acuífero que nutre a Doñana, a cuya recuperaci­ón obliga una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE.

Pero desde el PSOE y el resto de los grupos de la izquierda se asegura que este argumento es un engaño porque los 20 hectómetro­s cúbicos previstos en ese trasvase ya están asignados para las explotacio­nes legales y por lo tanto no se pueden incluir en el reparto a nuevas zonas de regadíos.

 ?? JOSÉ MANUEL VIDAL/EFE ?? Representa­ntes de los regantes aplauden tras acabar ayer el pleno del Parlamento de Andalucía.
JOSÉ MANUEL VIDAL/EFE Representa­ntes de los regantes aplauden tras acabar ayer el pleno del Parlamento de Andalucía.

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