Murillo de Gállego prepara las navatas para el descenso del día 23
La prueba se efectuará con el distintivo de ser una actividad reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad
HUESCA. La asociación Nabateros d’a Galliguera ha trabajado este fin de semana en la construcción de las dos embarcaciones que el próximo domingo, 23 de abril, efectuarán el XIX Descenso de Navatas por el río Gállego entre Murillo y Santa Eulalia. Este año, el recorrido será muy especial, ya que será la primera vez que se realice con el distintivo de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad, reconocimiento otorgado por la Unesco en diciembre de 2022 al transporte fluvial de la madera.
Ayer y anteayer, los navateros trabajaron en la playa de Murillo. Se adobó la madera, se prepararon las mortesas y se remallaron a sarga. Asimismo, se dispusieron los barreros que hacen las funciones de soporte para unir los troncos, atando estos entre sí con los verdugos para formar los trampos y enlazarlos.
Todas estas tareas artesanales se desarrollaron con la presencia de muchos turistas y de quienes participaron en las actividades de rafting en el río Gállego han podido contemplar este trabajo artesanal, que se ultimará el sábado que viene. El descenso tendrá lugar el domingo de 11.00 a 13.00.
Tal como cuenta el historiador Severino Pallaruelo, durante muchos siglos los vecinos de Murillo de Gállego, Santa Eulalia y otros pueblos próximos se dedicaron a transportar madera flotando por las aguas del río. Los troncos procedían de los bosques de las sierras pirenaicas más meridionales. Se cortaban durante el invierno y luego eran transportados por pequeños riachuelos o por barrancos hasta el Gállego. Allí bajaban flotando sueltos hasta Murillo donde, una vez sobrepasada la tremenda Foz de La Peña, se ataban formando navatas que bajaban hasta Zaragoza o continuaban por el Ebro hacia destinos más lejanos.
La madera de las laderas situadas más al norte se conducía con bueyes hasta el río Aragón, per por este cauce el viaje era más largo y más costoso.
Por el Gállego se llegaba a Zaragoza –desde Murillo– en dos días mientras que por el Aragón se necesitaban seis o siete y, ademas de peje había que pagar a Navarra derechos aduaneros.