Una excelente exposición sobre Sijena
En este mundo de prisas necesitamos ver las cosas con tranquilidad para comprender lo que hay delante de nuestros ojos. Un ejemplo lo tenemos en la deslumbrante exposición ‘Sigena mágica’ instalada en los antiguos depósitos de Pignatelli de Zaragoza. Desde un principio impresiona por su colorido, un impacto visual que demanda atención para lo que nos espera. Continúa explicando cómo evolucionó el proceso constructivo de la muestra, las diferentes fases de su elaboración y la enseñanza contenida en las imágenes originales que recuerda. Va asimismo contando la historia de un monasterio a lo largo de varios siglos, aprendida y aprehendida por vecinos del lugar, transmitida de abuelos a nietos, historia truncada de manera obscena y desgraciada, en unos años relativamente recientes, por una acción denostada incluso por alguno de sus terribles promotores en un momento de lucidez. Se expresan los hechos de manera objetiva, en pocas palabras, sin juzgar, un ejemplo excelente, referencia de lo que debe ser la memoria democrática. Completando el proceso, lo que quedaba del primitivo arte se expolió con destino al Museo de Cataluña, donde se muestra en un alarde de memoria antidemocrática, una grosera acción indultada permanentemente por nuestros gobernantes. Poco a poco, el visitante va descubriendo el esfuerzo y la sabiduría que encierra lo que contemplamos así como la encomiable e impagable labor de su promotor máximo, Juan Naya, con el equipo de generosos colaboradores dotados de la enorme paciencia y constancia necesarias para soportar quince años de trabajo . La batalla por la recuperación de los bienes sigue y los agradecimientos aumentan cada vez que se contempla la exposición.
Francisco Alós Barduzal
ZARAGOZA