Heraldo de Aragón

Escribá repite el reto de Jim de hace un año: seis partidos con 820.000 euros en juego

- PACO GIMÉNEZ

ZARAGOZA. Un reto económico, no menor, surge para el Real Zaragoza de cara a las últimas seis jornadas que restan de liga, con los 18 puntos postreros en liza en el esprint final del torneo: frente al Eibar, Oviedo e Ibiza fuera de casa y, en La Romareda, frente a Las Palmas, Cartagena y Tenerife.

En torno a 820.000 euros de ingresos es la diferencia que hay entre acabar la liga clasificad­o en el puesto 8º a hacerlo en el 18º. Esa es la horquilla en la que aún se mueve el Real Zaragoza, dentro de un enorme grupo de equipos que se mueven y fluctuan por la zona media de la tabla. El 8º recibirá en torno a 1.090.000 euros por su clasificac­ión final. El 18º se valora en 270.000 euros. La distancia dineraria entre un lugar y otro es la cantidad reseñada.

Curiosamen­te, a Fran Escribá como responsabl­e actual del banquillo zaragocist­a en este esprint final del torneo, se le repite el reto que tuvo su colega y paisano Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ en este mismo punto de la temporada. Entonces, el Real Zaragoza llegó a este punto con la peleada y sufrida salvación durante todo el curso casi consumada matemática­mente, 12º en la tabla con 48 puntos. Ahora, tras una trayectori­a parecida, el equipo blanquillo afronta el mismo tramo desde el puesto 10º, con 47 puntos.

La clasificac­ión final, el puesto que se ocupe, tiene premio en forma de ingresos en euros. Desde hace seis años, La Liga estableció este estímulo para evitar que muchos equipos se dejen llevar y caigan en un relax exagerado si no tienen aspiracion­es por la parte alta ni riesgos por la baja. Conductas que terminaban adulterand­o la clasificac­ión ostensible­mente con agravios y beneficios a terceros en las jornadas decisivas.

Fuentes del club subrayan que La Liga aún no ha facilitado oficialmen­te las cuantías exactas que van a regir al final de esta campaña 22-23, pero que serán muy similares a las que se aplicaron hace once meses, en la precedente.

Los emolumento­s a percibir por posición suponen un importante apoyo al límite salarial de cada club de cara al proyecto del año que viene. Por eso, para este Real Zaragoza que depende tanto del céntimo cada año –a expensas de movimiento­s nuevos que puedan surgir en el ámbito societario y que a fecha de hoy no son conocidos–, lo que suceda en las seis últimas jornadas va a repercutir seriamente en el modo de acometer el patrón de los fichajes para la nueva plantilla que se arme desde la dirección deportiva.

La observació­n del cuadro adjunto de premios explica claramente cuál es la distancia econóla mica entre un puesto y otro. Jim, un buen ejemplo a seguir el del año pasado, terminó maquilland­o el mal curso global con una 10ª posición final –la mejor de toda la liga– que proporcion­ó al Real Zaragoza 760.000 euros por este concepto clasificat­orio. El hecho de ganar los dos últimos partidos (10 al Lugo y 1-2 en Anoeta a la Real Sociedad B), cuando el equipo zaragocist­a ya había consumado la salvación matemática empatando a tres en Oviedo en la antepenúlt­ima cita, lo hizo saltar del puesto 14º al citado 10º. Es decir, aquella buena aplicación del final supuso un plus financiero para las arcas del club de 270.000 euros. Tal vez un fichaje más. O dos.

Un sistema mixto de reparto

Es buen momento para recordar cómo es el reparto del dinero en liga del fútbol profesiona­l español. La patronal, el año pasado, estimó en torno a 1.600 millones de euros la cantidad global a repartir por derechos de televisión entre los 42 miembros. El 90 por ciento se lo quedaron los de Primera División (1.440 millones) y solo el 10 por ciento llegó a los de Segunda (160).

De estos 160 millones, el 70 por ciento se distribuyó de manera lineal, una cantidad idéntica para los 22 equipos de la categoría de plata: 112 millones divididos para esa cifra supusieron 5.090.090 euros por club de Segunda.

Y el 30 por ciento restante (que fueron 48 millones de euros) se dividió a su vez en dos porciones iguales de 24. Una, el 15 por ciento del global por lo tanto, se otorgó de manera desigual, según unos parámetros establecid­os por La Liga que denominado­s como de ‘implantaci­ón social’ de cada club. Hacen referencia a la historia y el palmarés de cada club, su número de abonados, la asistencia de público a su estadio o los pinchazos televisivo­s a sus partidos. Aquí, el Real Zaragoza es de los mejor parados, obviamente.

El 15 por ciento restante, otros 24 millones, son exactament­e los que se repartiero­n (y se repartirán de modo aproximado este año) en concepto de la clasificac­ión final, como se ve en la tabla anexa.

Este es el mandato que tiene la actual plantilla zaragocist­a para los 40 días que restan de liga.

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