Escríbanos usted mucho y bueno, y no se eche llaves al corazón
Aunque parezca mentira, el organizar este día supone semanas de preparación. Hay que contactar con los autores, ajustarlos en tiempo, lugar y afinidad. Nuestro puesto en Independencia suele medir 20 metros y el colocar novedades y autores es como hacer un Tetris. También hay que seleccionar los libros que vamos a llevar y hacer un poco de brujos que predicen qué va a venderse ese día. En ese aspecto dependemos mucho de los medios. El que un libro salga recomendado en un semanal, en la contraportada del HERALDO, en este mismo suplemento o en una entrevista televisiva, hace que la demanda aumente y puede ser que a nosotros nos pille desprevenidos y desprovistos. En este caso nuestra veteranía nos ayuda a encontrar otro libro que cautive al cliente. Mención aparte merecen los libros que son lecturas propias y nos apetece recomendar a nuestros clientes. Todos los de la plantilla de Librería París somos buenos lectores y así tenemos un amplio abanico de recomendaciones para todo tipo de público. Luego están los temas más mundanos como los cambios, los datáfonos, que ahora son imprescindibles, calculadoras para hacer el 10% sin equivocarnos, mesas, banquetas y un montón de pequeños detalles que al final son importantes para que todo salga sobre ruedas .
Y para terminar está la incertidumbre de la última semana en cuanto a la predicción meteorológica. Gran parte del éxito del día del Libro radica en la climatología y eso es algo que no podemos controlar. Parece que este San Jorge 2023 vamos a disfrutar de un día magnífico y ya cuando pase que llueva a cántaros, que falta hace. En Zaragoza celebramos San Jorge, celebramos el Día de Aragón, celebramos el Día internacional del Libro, y la que se monta en Independencia es algo único, grande y maravilloso, aunque nunca salgamos en los telediarios nacionales para los que sólo existe San Jordi y Barcelona.
Por favor, no falten a la cita.