Ante el Día Internacional Sin Ascensores
El 23 de marzo se celebró el Día Mundial del Ascensor y el 27 de abril se celebrará el Día Internacional Sin Ascensores. ¿En qué quedamos, ascensor sí o ascensor no? Muchas personas discapacitadas no pueden salir de su casa por falta de ascensor, que no les digan que es mejor subir y bajar andando las escaleras. Faltan ascensores en viviendas de sólo cuatro plantas y, en donde es posible, están construyéndolo. Gran parte de esas viviendas están ocupadas por personas mayores, las más necesitadas de un ascensor para que su casa no se convierta en su cárcel. Además, familias hay con carros de compra y cochecitos de bebé. Algunas personas, a pesar de disponer de ascensor, no lo usan porque tienen miedo a estar encerradas en un espacio pequeño, a las alturas y a caer de ellas: claustrofobia y acrofobia. El ascensor es un gran invento y, a la vez, prescindir de él es bueno para la salud si las piernas y el corazón permiten realizar el ejercicio de ascender y descender por la escalera. El Día sin Ascensor viene a ser como el Día sin Tabaco o el Día sin Coche, de los que pocas personas hacen caso. El primer ascensor se remonta al antiguo Egipto, se manejaba con cuerdas con la fuerza de personas o animales. Menos mal que ha evolucionado porque de lo contrario harían falta los brazos de vecinos o de los porteros. Según el número de viajeros, en los ascensores nos comportamos siguiendo el ‘esquema de los dados’, pues nos colocamos formando las caras de un dado según vamos entrando. El Día sin Ascensores se creó para motivar a las personas a usar las escaleras en lugar de los ascensores, ya que subir y bajar escaleras es bueno para la salud: fortalece piernas y glúteos, aumenta la resistencia física, incrementa la capacidad pulmonar, reduce el colesterol y la presión arterial y es bueno para la mente.
Antonio Nadal Pería ZARAGOZA