Podemos reabre el debate de la vivienda y pide ahora al PSOE regular los pisos turísticos
● Ione Belarra sugiere que el borrador de la norma contiene «matices» que podrían burlar los grandes propietarios
MADRID. La semana clave para la aprobación de la ley de vivienda comienza con una nueva división en el Gobierno de coalición. Pese a que PSOE y Unidas Podemos se felicitaban hace poco más de una semana por el acuerdo alcanzado junto a Esquerra y EH Bildu, tras la negociación más disputada y larga de la legislatura, ayer la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, pidió a los socialistas «aprovechar los últimos días» antes de la aprobación definitiva en el Congreso de la norma para incluir en la misma la regulación de los pisos turísticos. La secretaria general de los morados, que se encontraba en Sevilla para visitar la Feria de Abril, insinuó que esta exigencia de última hora viene dada por posibles brechas en el borrador: «La patronal, los grandes propietarios, van a utilizar cualquier refugio, cualquier pequeño matiz para tratar de incumplir la ley».
La propuesta choca, en principio, con la hoja de ruta del PSOE. En Ferraz han detectado que la vivienda será clave en los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo, y contaban con tener lista antes de la campaña esta norma. Además, confiaban en haber silenciado el ruido en el Consejo de Ministros tras la reforma, el pasado jueves, de la ley del ‘solo sí es sí’, que partió en dos a la coalición en su votación en el Congreso. En una entrevista publicada el domingo en este periódico, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, fue tajante al respecto, y negó que se vaya a añadir esta regulación de pisos turísticos que ahora piden sus socios «porque esa es una materia competencia de las comunidades autónomas». «Algunas ya han aprobado legislaciones en este sentido», zanjó.
Ambas formaciones han iniciado una carrera por tratar de arrogarse la paternidad de las medidas que contiene la ley de vivienda y presentarse así ante el electorado como los ideólogos de la misma. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a golpe de BOE, anunció hace una semana su intención de movilizar 50.000 viviendas de la Sareb para alquiler asequible y el miércoles, de financiar la construcción de otras 43.000 casas con idéntico fin. Una estimación enfriada posteriormente por la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que rebajó a solo 9.000 los inmuebles del ‘banco malo’ que están listos para entrar a vivir.
Ayer, en un mitin del PSOE en Fuenlabrada –en el que intervino horas antes de participar, en Oporto, en el 50 aniversario de los socialistas portugueses– el jefe del Ejecutivo volvió a insistir