Todas las provincias tendrán este año centros de crisis para la violencia sexual
MADRID. Todas las provincias españolas dispondrán al menos de un centro de crisis frente a la violencia sexual antes de que acabe el año. Las víctimas de violación, de abusos, las acosadas, las mujeres explotadas por redes de trata y proxenetas, las que se encaminan a un matrimonio forzado o las amenazadas con la ablación van a tener pronto un lugar de referencia, cercano y de guardia todos los días del año, donde contar su problema, asesorarse y pedir y recibir ayuda inmediatas.
Ninguna autonomía podrá poner excusas para dilatar la apertura de puertas de los centros de atención integral más allá de diciembre próximo. Sobre todas pesa una doble obligación. En primer lugar, jurídica. La ley del ‘solo sí es sí’, en vigor desde el 7 de octubre, ordenó que los centros de 24 horas funcionasen en el plazo tope de seis meses. Deberían estar en marcha desde marzo, pero solo hay dos en Madrid, uno en Asturias y está próximo a abrirse el de Cantabria. La segunda obligación es política y contable. Los 66 millones que han recibido desde el Ministerio de Igualdad para crear la infraestructura proceden de fondos europeos y deben estar ejecutados, a riesgo de perderlos, antes del 31 de diciembre. Los centros de atención integral dispondrán a toda hora de los profesionales necesarios para que la víctima reciba atención psicológica, jurídica y social ante una crisis o emergencia desatada por la violencia sexual o frente a la necesidad de ayuda por un caso anterior. Una capacidad de respuesta muy similar a la que tienen desde hace años los centros de ayuda a la víctimas de la violencia de género. Su diseño garantiza un acompañamiento de urgencia, pero también deben servir para encauzar la ayuda a la víctima a medio y largo plazo.