Heraldo de Aragón

El Pamesa Teruel vuelve a caer en Soria y no luchará por la liga

● El equipo mudéjar perdió por 3-1 en el tercer partido de las semifinale­s de la Superliga en un choque muy tenso ante el Río Duero

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RÍO DUERO SORIA PAMESA TERUEL 3 1

ZARAGOZA. El Pamesa Teruel quedó apeado ayer de la lucha por la Superliga de voleibol, tras perder el tercer y definitivo partido de semifinale­s ante el Río Duero de Soria, su gran verdugo este año. Fue un choque apasionant­e, jugado con una tremenda intensidad y en el que los de Maxi Torcello se adelantaro­n con un primer gran parcial, pero que acabaron cediendo en los tres siguientes sets.

El primer set fue todo un espectácul­o. Lejos del dominio soriano en el inicio del segundo partido, el choque resultó tremendame­nte igualado. Desde el inicio se vio lo que había en juego. La intensidad fue suprema, con dos equipos absolutame­nte entregados, celebrando cada punto como si fuera el último, con el pabellón volcado y hasta con algo de polémica arbitral.

Tras un inicio igualado, este primer parcial pintó mal durante algunos momentos.

El punto crítico llegó con un 1915 para el Río Duero que parecía encarrilar el parcial para los locales. El tiempo muerto de Maxi Torcello fue mano de santo, ya que el Pamesa Teruel hizo los siete siguientes puntos (19-21). Los últimos puntos de este set fueron apasionant­es, con intercambi­os de remates constantes y opciones para ambos equipos. El equipo mudéjar se vino arriba, supo templar los nervios y, a la segunda oportunida­d, se llevó la primera manga, lo que fue todo un mazazo para el conjunto local.

Se notó en el arranque del segundo parcial (2-4). El Pamesa Teruel fue capaz de ampliar la distancia (3-7), y parecía que iba a dominar con contundenc­ia ante un Río Duero que parecía noqueado. Nada más lejos de la realidad. Los locales reaccionar­on, espoleados por el pabellón y con un arbitraje en entredicho, y lograron recortar distancias (6-7). Paró el partido el técnico visitante y el Pamesa retomó su dominio, que mantuvo con solvencia durante buena parte del parcial (11-14). Sin embargo, el Río Duero reaccionó, y lo hizo con furia. Forzó el empate y, con él, los nervios de los jugadores naranjas, que con cinco errores consecutiv­os dieron a los locales una distancia definitiva (25-20).

Un final muy tenso

El empate pareció asentar el juego de los locales, que se sintieron más firmes que el Pamesa en el inicio tercer set. Llegaron a tener cinco puntos de renta (16-11), lo que hizo pensar en una resolución rápida del choque. Sin embargo, el equipo mudéjar no se iba a entregar tan rápido. Llegaron a la recta final del set igualados a 22, a 23... Un bloqueo y un punto de saque de Dos Santos sentenciar­on con un 25-23.

Al Teruel le tocaba apretar los dientes para buscar la remontada. Lo hizo, pero la remontada no llegó. El equipo naranja se repuso a su mal inicio del cuarto set y plantó cara en un parcial igualadísi­mo y con una tremenda tensión. Con el 22-22, varios errores decantaron el choque finalmente. Con el desenlace, triste para el Pamesa, se vivieron momentos de tensión, con los varios jugadores del Pamesa Teruel recriminan­do con contundenc­ia la actitud de los rivales. El sueño por la liga se acabó en Soria.

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MARÍA MORALES Un jugador del Pamesa trata de bloquear un remate del Río Duero, ayer en Soria.

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