Zaragoza lanza un plan gradual de restricciones
ZARAGOZA. Zaragoza lanzó ayer su propio plan contra la sequía con restricciones progresivas en función de la gravedad de la situación. En total contempla cuatro escenarios: uno de alerta, uno de sequía severa, otro de sequía grave y otro de sequía extrema. Las medidas empezarán como recomendaciones y con actuaciones en el ámbito público, pero si el problema empeora se convertirán en obligaciones que afectarán también a los particulares.
Las medidas, explicó la concejala de Infraestructuras, Patricia Cavero, van desde reducir la presión de la red de abastecimiento o revisar las frecuencias de riego hasta prohibir el llenado de piscinas sin sistemas de recirculación o el riego de zonas verdes, manteniendo únicamente el necesario para la supervivencia de árboles de carácter especial.
Por el momento no será necesario activar ninguna de estas fases, aunque las noticias, reconoció la edil, «no son buenas». «Hay que estar en previsión de que no lleguen lluvias de cara al verano», dijo Cavero, que recordó que, en estos casos, las restricciones suelen empezar siempre por el ocio, afectando posteriormente a la agricultura y la ganadería y, por último, al abastecimiento. Este último está «garantizado» en Zaragoza. «Pero podemos ser ahorradores y además, ponernos en disposición de luchar contra la sequía», expuso.
El Consistorio ha venido tomando medidas con la sustitución de tuberías –5,5 kilómetros en el último año– y la instalación de sistemas inteligentes de riego, apuestas que contribuirán a reducir las pérdidas y a detectar posibles fugas, pero la sequía, admitió la edil, exige «dar un paso más».
Con este objetivo, el Ayuntamiento, que prevé reunirse próximamente con la CHE, hizo ayer un llamamiento a la ciudadanía para ser «más cuidadosos que nunca» con la cantidad de agua que se utiliza y adelantó que se va a poner en marcha una campaña de concienciación. En estos momentos, los zaragozanos gastan una media de 103,6 litros por habitante y día, una cifra que, pese a situarse por debajo de la media de Aragón (134) y de España (133), conviene mejorar en un escenario de escasez.