España, Alemania y Francia quieren tener el nuevo caza europeo en 2040
● Robles compromete 2.500 millones de euros para el Futuro Sistema de Aéreo de Combate, con la guerra de Ucrania como telón de fondo
MADRID. La industria de defensa europea vive uno de sus mejores momentos al calor de la guerra en Ucrania. En este marco, el encuentro de los ministros del ramo de España, Alemania y Francia celebrado ayer en Madrid dio buena cuenta de ello. Margarita Robles y sus homólogos francés, Sébastien Lecomu, y alemán, Boris Pistorius, ratificaron el contrato del programa del Futuro Sistema de Aéreo de Combate (NGWS/FCAS), en el Cuartel General del Ejército del Aire y del Espacio.
No fue un acto protocolario más. Los tres titulares de Defensa comprometieron su palabra públicamente de que, pase lo que pase, en 2040 el caza europeo de sexta generación estará surcando los cielos. Lo hará convertido en un eje central de la defensa de la Unión Europea.
El proyecto prevé la concepción y fabricación de un caza dotado con tecnología furtiva de vanguardia –que dificulta su detección por los sistemas de vigilancia y alerta temprana–, que irá acompañado por una flota de drones. Se trata de un sistema de combate –recordaron fuentes de Defensa– que deberá procesar decenas de miles de datos provenientes de efectivos en tierra y mar, la denominada ‘nube de combate’.
En 2017, el llamado proyecto NGWS/FCAS fue iniciado por Francia y Alemania. España se unió posteriormente, en 2019. Este viernes Margarita Robles prometió que no faltará impulso económico hispano a la iniciativa. Según la titular de Defensa, España aportará 2.500 millones de euros de los 8.000 iniciales en los que está presupuestado dicho programa.
«Vasallos»
«Invertir en defensa es invertir en paz y en seguridad. La Europa de la defensa es fundamental en un mundo lleno de riesgos. Este desembolso nos garantiza la vida cotidiana», arguyó la ministra Margarita Robles, que defendió que este «apasionante» proyecto, además, será un motor de creación de puestos de trabajo.
Ni Robles ni Lecomu ni Pistorius hicieron por ocultar que la situación internacional está siendo un acicate para pisar a tope el acelerador en el diseño de este nuevo cazabombardero. Son, reconoció la ministra española, «momentos complicados y difíciles» en los que un arma como el nuevo caza aparece como indispensable.
El ministro galo, a su vez, defendió que el programa FCAS puede ser una herramienta para no convertirse en «vasallos» de otros países con armas más avanzadas. Y añadió que la «guerra en Ucrania nos está enseñando que asistimos a saltos tecnológicos importantes».