La masiva afluencia de visitantes obliga a cerrar el parquin de Ordesa
● En Riglos también se completó el aparcamiento para los turistas que acuden a ver los Mallos y los conductores volvieron a aparcar junto a la carretera
HUESCA. La gran afluencia de visitantes obligado a cerrar a primera hora de ayer el aparcamiento de la Pradera de Ordesa, la entrada más popular al Parque Nacional. El espacio se ha completado a las 9.20 y lo mismo ocurrido con el estacionamiento de Bujaruelo, desde donde también se puede acceder al valle. En el parquin de Pineta, otro de los sectores del espacio protegido, se contabilizaron 450 vehículos.
El alcalde de Torla, Miguel Villacampa, comentó que esta situación en habitual en las fechas de gran afluencia y cuando todavía no se ha puesto en marcha el servicio de autobús hasta la pradera, que se activará el día 23 de junio. «Hacia las 14.00 empezará a despejarse, como ocurre siempre», apostilló. La capacidad máxima del Valle de Ordesa es de 1.800 personas simultáneas. El pasado domingo, 23 de abril, el parquin de la pradera se cerró a las 1020, por el mismo motivo.
El sistema de transporte colectivo sí funcionó desde el 6 al 9 de abril, Semana Santa. No obstante, cuando este no está activado, el acceso a la pradera está abierto a vehículos particulares hasta completar la capacidad del aparcamiento, siguiendo la normativa de uso del Parque Nacional. El autobús funcionará de manera regular hasta el 10 de septiembre y el servicio volverá a ponerse en marcha los tres últimos fines de semana de octubre.
Las altas temperaturas registradas estos días han animado a los turistas a visitar la provincia de Huesca durante el puente del Primero de Mayo. En Riglos también fue necesario cerrar el acceso a la zona de los Mallos, ya que se han completaron todas las plazas disponibles en las zonas de aparcamiento habilitadas desde hace unos meses y de pago desde esta Semana Santa.
Ante el aluvión de coches, furgonetas, caravanas y autobuses, que en más de una ocasión colapsaron los accesos a la población, el Ayuntamiento decidió acondicionar varias zonas de estacionamiento así como redactar una ordenanza para regular su uso y establecer las tarifas por dejar el vehículo en un espacio vigilado donde, además, hay servicios.
Ayer, la capacidad de la localidad volvió a desbordarse y hubo vehículos en las cunetas.