La autopsia desmonta la versión de la mujer acusada de acuchillar a su novio en la avenida de Madrid
● La víctima no presentaba ninguna lesión de defensa, lo que pone en duda la versión del forcejeo o riña previa
ZARAGOZA. El cadáver del joven Sliman Guiz (26 años) lleva casi tres meses en una cámara frigorífica del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), ya que el juez que investiga su muerte se negó a autorizar la inhumación hasta conocer el resultado definitivo de la autopsia. Sin embargo, parece que la familia podrá repatriar en breve el cuerpo, ya que ese informe acaba de llegar. Existían numerosas e importantes dudas en cuanto a las circunstancia de la muerte, pero la necropsia confirma que el marroquí no falleció de forma accidental, sino como consecuencia de una cuchillada que le alcanzó el corazón.
Según ha podido saber HERALDO, la autopsia revela otro dato importante: la víctima no presentaba las típicas lesiones de defensa en manos y antebrazos , lo que descartaría la pelea o forcejeo previó del que habló a los investigadores su pareja, Natalia Ch., en prisión provisional como presunta autora del crimen.
Los hechos se produjeron en la madrugada del pasado 5 de febrero en una vivienda del número 273 de la avenida de Madrid, en el barrio de Las Delicias de Zaragoza. La Policía Nacional se presentó allí dos veces en apenas seis horas. La primera, sobre las 4.29, después de que un vecino comunicara que había escuchado a una mujer pedir socorro. Cuando llegaron los agentes, la ahora investigada les explicó que su novio –el fallecido– la había agredido y se había marchado. Como se descubriría después, les mintió. Pero al no ver nada extraño, la patrulla abandonó el inmueble.
A las 9.58, la centralita del 091 recibió una segunda llamada, pero esta vez, de la propia Natalia Ch., quien telefoneó para contar que Sliman Guiz había fallecido. No tardaron en presentarse en la vivienda tanto la Policía Nacional como los sanitarios del 061, que como recuerdan ahora las forenses estuvieron 40 minutos practicando maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar al joven. Sus esfuerzos resultaron baldíos.
El Grupo de Homicidios sospechó desde el primer momento de la novia del fallecido, que dio diferentes versiones de lo sucedido, limpió la casa y movió el cuerpo del joven. Ella nunca admitió haber acuchillado a Sliman Guiz, pero el informe preliminar de la autopsia y el atestado policial llevaron a la jueza de guardia a decretar su ingreso en prisión. Hace unas semanas, la mujer pidió al titular del Juzgado de Instrucción número 1, José Ignacio Martínez, volver a prestar declaración. Pero este prefirió esperar a que llegaran las conclusiones definitivas de los forenses para señalar la comparecencia.
Llevaba el polo del revés
El informe de las especialistas del IMLA sitúa la muerte de la víctima entre las 8 y la 10, es decir, después de que la Policía estuviera por primera vez en el domicilio. La investigada llegó a insinuar en un primer momento que su novio se había caído y se había clavado el manillar de un patinete. Las forenses lo descartan, ya que el joven presentaba una cuchillada en el hemitórax izquierdo que atravesó el 5º y 6º arco costal y terminó alcanzando el corazón. La herida fue «mortal de necesidad», pero el fallecimiento no fue instantáneo, ya que no se produjo hasta que el saco pericárdico se llenó de sangre e impidió bombear al corazón.
La autopsia pone de manifiesto otro dato que alimenta las dudas sobre la investigada y confirmaría que esta pudo manipular el cadáver antes de avisar a la Policía. Porque, según indican las forenses, el polo que vestía la víctima lo llevaba puesto del revés. Habrá que esperar ahora a que vuelva a declarar en el juzgado para conocer su nueva versión.