Los costes de la energía mantienen la presión sobre la inflación europea
● Los precios repuntan levemente en abril hasta el 7% y ponen fin a cinco meses de caídas, un dato que marcará la reunión del BCE de mañana
BRUSELAS. La inflación repuntó ligeramente en la eurozona en abril hasta una tasa del 7%, poniendo así fin a una tímida senda de reducción que acumulaba cinco meses de caídas interanuales desde finales de 2022. Y es que los datos provisionales publicados este martes por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) muestran una nueva subida de los precios de 0,1 puntos porcentuales respecto a marzo.
En el caso de España, los precios escalaron de media hasta el 3,8%, un 0,5% más que en el mes anterior. El fin de los descensos en los precios podría marcar las próximas decisiones del Banco Central Europeo (BCE), cuyo consejo gobernador se reúne este jueves en Fráncfort para determinar si sube otros 0,25 puntos o 0,5 puntos el tipo de interés oficial.
La estrategia del banco europeo, que ha aplicado subidas de tipos desde julio del año pasado para contener la espiral inflacionista, parece estar dando resultado. Los precios se han contenido sustancialmente desde entonces, pero siguen siendo más persistentes de lo esperado.
Durante abril, la subida de los costes energéticos –que registraron un alza interanual del 2,5%– volvió a inflar los precios. La nota positiva: los alimentos dieron un respiro y cayeron cuatro puntos una tasa del 10%. La inflación subyacente, que preocupa especialmente a los expertos, también se ha contenido en el 5,6%, dando su primer signo de moderación en nueve meses.
Entre los Estados del euro, Luxemburgo (2,7%), Bélgica (3,3%) y España (3,8%) registraron las alzas de precios más moderadas. Por el contrario, la inflación siguió persistente en los bálticos encabezados por Letonia (15%), seguida de cerca por Eslovaquia (14%).
Temor a nuevas turbulencias
El economista jefe del BCE, Phillips Lane, avanzó la semana pasada que en la reunión de esta semana el organismo aprobará una nueva subida de tipos. «Los datos actuales sugieren que tenemos que volver a subirlas (las tasas de interés)», apuntó. La leve mejora de la inflación subyacente en abril también servirá como aliciente para que el eurobanco siga endureciendo su política monetaria con el fin de situar los precios por debajo del 2% a medio plazo.
El debate se centrará, en cambio, en el ritmo al que el BCE deberá seguir encareciendo el dinero, cuyo valor se sitúa ya en el 3,5%. Las recientes inestabilidades financieras por la intervención del banco estadounidense Silicon Valley Bank y el rescate de la entidad suiza Credit Suisse han alimentado la discusión sobre una posible moderación de las subidas de tipos, pasando de 50 puntos básicos a 25, por temor a nuevas turbulencias en el sistema bancario europeo.