La banca cierra el grifo y endurece sus préstamos al mayor ritmo desde 2011
MADRID. Temor a un mayor riesgo de morosidad por parte de los bancos y mucha incertidumbre entre familias y empresas. Un cóctel explosivo que ha provocado un fuerte parón de la actividad crediticia en la zona euro en el primer trimestre y que amenaza con intensificarse a partir de ahora.
Los bancos no quieren asumir riesgos y llevan tiempo siendo más escrupulosos con el tipo de clientes a los que facilitan financiación. Ponen más condiciones, exigen mejores perfiles y, en algunos casos, encarecen la oferta para asegurarse que solo aquellos que pueden pagar con solvencia entrarán en su cartera. «El endurecimiento de los préstamos a empresas y para la compra de vivienda fue más fuerte de lo que esperaba el sector», reconoce el Banco Central Europeo (BCE) en su última encuesta de préstamos bancarios.
Mayor desaceleración
El documento no deja lugar a dudas del impacto de la crisis de confianza bancaria en EE. UU. Los expertos ya anticipaban que el ‘shock’ que se vivió en marzo con el colapso de Silicon Valley Bank –y que en Europa tuvo su reflejo en la caída de Credit Suisse– provocaría una desaceleración del crédito. Pero el parón ha sido incluso mayor de lo anticipado al sumarse el propio ciclo de subida de los tipos de interés, el debilitamiento de las perspectivas para el mercado inmobiliario y la caída de la confianza de los consumidores.
«Las normas crediticias, es decir, las directrices internas de las entidades o sus criterios de aprobación a empresas se endurecieron sustancialmente», constata el banco central. En concreto, el porcentaje de entidades que reconoció éste endurecimiento de las condiciones se situó en el 27%. «Ese ritmo se mantiene en el nivel más alto desde la crisis de la deuda soberana en 2011», explica el BCE.