Un retrato certero de una época
‘El grito’ y ‘El corazón del lobo’. Rafael Soler. Editorial Contrabando, 2023. 280 pp.
La Transición, que muchos vivimos ya treintañeros y padres de familia, fue sin duda la aventura más ilusionante vivida hasta el momento por nuestra generación de los años 40-50 y por las que, anteriores o posteriores, fueron testigos de una época tan especial en la moderna historia de nuestro país.
Naturalmente no estuvieron ajenos a ello muchos escritores que, de una forma u otra, dejaron testimonio de aquello que sucedió hace ya casi medio siglo y que cambió nuestra sociedad hacia cauces de libertad y en consecuencia de concepción nueva de lo religioso, civil, familiar, sexual y relación de pareja (La Ley del Divorcio sería promulgada en 1978) y con ello la nueva orientación de costumbres, con rapidez, en amplios campos de la cotidianidad de aquella época en la que la democracia se abría paso tras cuarenta años de dictadura.
Rafael Soler (Valencia 1947) novelista y poeta (además de ingeniero, sociólogo y profesor) es un autor de largo e intenso recorrido, con dos etapas en su obra publicada claramente separadas en el tiempo, que no en la forma y fondo, de una singularidad que fue vanguardia y ejemplo a seguir en la época de la Transición y que continúa hoy vigente en su recorrido literario.
Finalista del prestigioso premio Adonais con ‘Los sitios interiores’ (1979), su biografía está trufada de premios, tanto en su obra poética como narrativa. Y ya había dado cuenta de su presencia literaria cuando, casi al mismo tiempo, publicaba estas dos novelas ‘El grito’ y ‘El corazón del lobo’ a las que seguirían ‘El sueño de Torba’ (1983) y ‘Barranco’ (1985). Tras un largo paréntesis publica a partir de 2009, entre otras obras, los poemarios ‘Maneras de volver’, ‘Ácido almíbar’, su obra poética reunida ‘Vivir es un asunto personal’ y las novelas ‘El último gintónic’ y ‘Necesito una isla grande’, que completan el total de catorce obras publicadas.
Escritor exponente de la impresionante eclosión literaria de los años 80, lo es también de estos años del nuevo siglo. Traducido a varios idiomas, es considerado unánimemente por la crítica como uno de los escritores contemporáneos fundamentales.
Soler mira el mundo a través de su literatura transgresora, renovadora en su inicio en fondo y forma y clásica ahora, con su lenguaje propio y, como él mismo, seductora y elegante.
En sus ‘Dos novelas de la Transición’ hace un certero retrato de una época, transpolable a todas a través de los sentimientos y avatares de sus personajes con unas tramas de absoluta actualidad, enlazando amor y sabiduría, seducción y amenidad, diseccionando las relaciones de pareja con el bisturí del amor, o su falta, origen del odio, el desamor, el rencor. Nos plantea preguntas a través de la acción y los personajes: ¿mata al amor el tedio, la infidelidad, la monotonía del día a día, el egoísmo, la búsqueda de otra clase de estímulo para sobrevivir del «terrible cotidiano», la incomunicación?
El lector debe hacer un siempre gratificado esfuerzo porque Soler crea un mundo narrativo de estructura y formas propias, peculiar y rico. Sus imágenes y metáforas, el monólogo interior como apoyo narrativo son lazos que nos atan a la trama y exigen la colaboración y atención incondicional en todo momento y el disfrute, como compensación, de un lenguaje potente, distinto y personal.