Doce bodegas, cien vinos y Goya como invitado especial
El Museo de Zaragoza muestra hasta mañana las joyas vitivinícolas de doce bodegas del Imperio de la Garnacha
Campo de Borja mima sus garnachas como si de joyas se tratara. Saben que tienen un tesoro. Y por eso, entre ayer y mañana las exhiben en el Museo de Zaragoza, donde esta denominación de origen celebra su 19ª edición de la Muestra de Garnachas, en la que se podrá disfrutar de más de un centenar de los prestigiosos vinos, desde los más conocidos y tradicionales hasta las nuevas elaboraciones, que allí exponen doce de sus bodegas –Ainzón, Alto Moncayo, Aragonesas, Borsao, Cabal, Cooper Cellars, Morca, Pagos del Moncayo, Palmeri Sicilia, Picos, Román y Ruberte–.
Por primera vez, la muestra tiene mayor duración. Se celebra durante tres jornadas de 12.00 a 15.00 (reservado para profesionales) y de 17.00 a 21.00 (abierta al público general). Para disfrutar de esta cita enológica se debe adquirir una entrada a través de www.docampodeborja.com, que cuesta 25 euros e incluye la degustación de varios vinos y propuestas culinarias.
Es también por la tarde cuando el salón de actos del museo, situado en la plaza de Los Sitios de la capital aragonesa, se convierte en una sala de cata, dirigida, eso sí, a grupos reducidos de tan solo 30 personas, por lo que los interesados en participar tienen que inscribirse previamente en la página web de la denominación de origen.
A los vinos de Campo de Borja acompañan en esta edición la Denominación de Origen Jamón de Teruel y la D. O. Aceite Sierra del Moncayo, que participa con dos varietales, empeltre centenario y arbequina, de las que también podrán disfrutar los asistentes a la muestra, que cuenta con un aforo limitado a 400 personas por día.
A la presentación oficial de este nueva Muestra de Garnacha acudió ayer el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, acompañado por el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, y la directora general de Promoción e Innovación Agroalimentaria, Carmen Urbano, que brindaron por un sector especialmente exportador, pionero y diversificado en mercados y de una denominación «que se ha imbricado en la sociedad con mucha responsabilidad y mucha seriedad», señaló Lambán.
El jefe del Ejecutivo autonómico ratificó el respaldo del Gobierno autónomo a los proyectos que esta D. O. tiene en marcha, como su iniciativa para datar sus garnachas centenarias o la construcción de su nueva sede. «No vamos a cejar en el esfuerzo y compromiso con esta denominación de origen y con el resto de las que hay en Aragón, en ayudar, en acompañarles en todo aquello que se propongan», insistió Lambán,
que recordó que en el próximo cuatrienio se cuadruplicarán las ayudas para la promoción de los productos de calidad diferenciada aragonesa gracias a los 9 millones programados en el nuevo Plan de Desarrollo Rural.
La jornada contó con un invitado de lujo. En el patio del Museo en el que se celebraba el acto apareció un singular Francisco de Goya y Lucientes que, como recordó expone en ese edificio, «más de 200 de sus creaciones». Goya recordó sus orígenes y cómo se empapó en su infancia de la efervescencia que vivía la ciudad. Pero también habló de garnacha y su relación indiscutible con Aragón. E incluso se arrancó con un jota, que tuvo como protagonista, eso sí, el vino.