El Ayuntamiento exige que la A-40 sea autovía hasta Cuenca
TERUEL. El Ayuntamiento de Teruel rechaza la posibilidad apuntada por el anteproyecto de la autovía A-40 de Teruel a Cuenca de que parte del trazado discurra por una carretera convencional. El Consistorio ha presentado una alegación al estudio informativo para que todo el trayecto entre las dos capitales tenga el formato de autovía, una solución que refuerza la seguridad y acorta sensiblemente el tiempo de desplazamiento. Además, según la alegación, esta opción situará a Teruel «en la intersección de dos vías de gran capacidad», la propia A-40 y a A-23, una circunstancia que contribuirá a «potenciar el desarrollo» de la ciudad y su entorno.
Las alegaciones, presentadas ayer por la alcaldesa, Emma Buj, y el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado, ya han sido remitidas al Ministerio de Transportes. El documento plantea también modificar la ubicación de la conexión de Villastar y una salida no prevista que permita un acceso directo al polígono industrial La Paz. Demanda que se elija el punto «más estrecho» del Guadalaviar para construir el puente que deberá salvar el río y que el viaducto tenga el menor número posible de apoyos. Por último, considera que debería contemplarse un paso inferior en la intersección con la carretera A-1512.
Las variantes planteadas en el anteproyecto sometido a información pública comprenden distancias de entre 140 y 134 kilómetros entre Teruel y Cuenca con presupuestos que oscilan entre 441 millones de euros para una calzada convencional y 1.256 de una autovía. La tramitación de esta infraestructura se retoma tras una evaluación de impacto ambiental negativa en 2008.