Fraga retrasa el estreno de las viviendas de temporeros porque incumplen la normativa
● Ya han empezado a llegar trabajadores para la campaña de recolección de fruta
HUESCA. Las viviendas para temporeros de Fraga, un proyecto amparado por el Ayuntamiento y Cáritas para darles un alojamiento digno y acabar con la imagen de inmigrantes durmiendo en la calle, no se podrán estrenar este verano. Una revisión realizada por los servicios municipales detectó que los módulos prefabricados no cumplían con el Código Técnico de Edificación.
El tema se trató en una reunión mantenida la semana pasada por las dos partes para iniciar el plan de atención a los temporeros de este año. Aunque ya han empezado a llegar, hay mucha incertidumbre sobre las necesidades de mano de obra. La campaña se verá muy condicionado por la sequía, tras dos años de heladas que mermaron la producción.
Las viviendas prefabricadas fueron donadas por la Fundación Reina Sofía. Según explicó ayer el propio Ayuntamiento, no cumplen con el Código Técnico de Edificación. Al detectar las carencias, se abrió un proceso de licitación de obras para adecuarlas, pero quedó desierto. Ahora se trabaja en un nuevo pliego, con una revisión de los precios para hacerlo más atractivo.
La licitación posiblemente saldrá en junio o julio, pero teniendo en cuenta los plazos y tiempos de las administraciones públicas, no estarán disponibles este verano. El coste de la reforma, que incluye además la compra de un módulo de lavandería y recepción, ronda los 180.000 euros.
La propia reina Sofía apoyó con su presencia el proyecto el pasado mes de febrero. Los módulos, instalados en la calle Clara Campoamor, en un suelo municipal, tienen capacidad para 32 personas, ocho en cada una de las cuatro instalaciones. Además hay otro que servirá de comedor, y falta por instalar el de lavandería.
«Por supuesto agradecemos la donación de las viviendas de la Fundación Reina Sofía a Cáritas Diocesana y la visita de su Majestad la Reina. Fue un gran día para Fraga y permitió a Cáritas dar a conocer el proyecto a entidades sociales y empresarios de la zona, que han decidido sumarse a la iniciativa y colaborar con esta obra», declaró el alcalde, Santiago Burgos. «Cuando se ejecute la obra, Fraga tendrá una viviendas totalmente habitables y adaptadas como cualquier domicilio, con todos los servicios», añadió.
Fue el pasado 4 de mayo cuando el alcalde se reunió con la dirección de Caritas Diocesana de Barbastro-Monzón para buscar una solución habitacional este verano. Santiago Burgos puso a disposición de la entidad, para este verano, el albergue municipal. Este edificio se remodeló recientemente con múltiples usos, como alojar a participantes de campus deportivos, pero en vista de las necesidades se destinará exclusivamente los meses de verano a atender a los temporeros. «El albergue es un recurso pensado inicialmente para ocio, pero lógicamente las necesidades sociales son lo primero», dijo.
La idea es que funcione lo antes posible. «Ya hemos detectado la notable llegada de migrantes», señaló, por su parte Amparo Tierz, directora de Caritas Diocesana de Barbastro-Monzon. «Falta saber si los agricultores podrán regar y si necesitarán trabajadores hasta el final de la recogida de fruta. Hemos de adaptarnos día a día y estar preparados para lo que venga», apostilló.