Nuevo escándalo del excanciller alemán Schröder al acudir a una recepción en la embajada rusa
BERLÍN. El excanciller Gerhard Schröder ha provocado un nuevo escándalo y la irritación del Gobierno y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) al acudir a la recepción en la Embajada de Rusia en Berlín con motivo del Día de la Victoria, el aniversario del triunfo de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi.
Pese al aislamiento internacional de Rusia desde la invasión de Ucrania y las heladas relaciones entre Berlín y Moscú, Schröder asistió el martes por la noche acompañado por su esposa a la fiesta organizada en los salones de la representación del Kremlin en la capital alemana. Junto al excanciller estuvieron políticos germanos de formaciones extremistas, entre ellos el presidente de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Tino Chrupalla, y su antecesor en el cargo, Alexander Gauland, según reveló ayer el rotativo ‘Berliner Zeitung’. También acudió Klaus Ernst, expresidente del partido de La Izquierda, formación surgida del postcomunismo germano oriental, así como Egon Krenz, el último líder de la extinta RDA.
Schröeder, jefe del Ejecutivo germano entre 1999 y 2006, es un íntimo del presidente ruso, Vladímir Putin, al que no ha querido criticar desde que estallara el conflicto bélico en Ucrania en febrero del pasado año. Tras el final de su etapa en el Gobierno, el político socialdemócrata se convirtió en estrecho colaborador en proyectos energéticos de Putin con cargos como la presidencia del consejo de control de la gestora de los gasoductos Nord Stream o como miembro en el consejo del consorcio ruso Rosneft.
Recientemente un tribunal berlinés rechazó una demanda de Schröder contra el Estado alemán por la retirada de sus privilegios como excanciller, entre ellos un despacho permanente, chófer y nueve colaboradores pagados por el contribuyente.