La salvación y los 50 puntos, un dos en uno
● Una victoria en la próxima jornada ante la Ponferradina le permitirá al Huesca zanjar sus dos principales objetivos y le dará la oportunidad de corregir su gris segunda vuelta
HUESCA. La salvación matemática y los cincuenta puntos, dos objetivos paralelos, que van de la mano y que la SD Huesca tiene la opción de alcanzar al mismo tiempo el domingo en casa contra la Ponferradina (18.30). Los azulgranas se encuentran ante la opción de dar por zanjada una temporada que se les está haciendo larga, de olvidarse de la calculadora, quitarse pesos de encima y centrarse en disfrutar y afrontar los dos partidos que restarán después con el propósito de dejar el mejor sabor de boca posible. Para ello, necesitan la victoria frente a un rival sin margen de error en la carrera por seguir en Segunda División.
Llegan a la antepenúltima jornada en el puesto 16º con 48 puntos sumados, lo que les da un colchón de ocho sobre el descenso –línea roja que marca el Málagay una ventaja con su próximo rival de nueve, los mismos que faltan por entrar en juego. La permanencia se da por hecha a falta de que la aritmética la certifique de forma oficial. En un curso en el que se ha navegado prácticamente siempre sobre las aguas tranquilas de la zona media es algo que se confiaba en tener ya finiquitado, pero que se ha ido demorando. El triunfo lo aseguraría y el empate se puede decir al 99% que también.
Los números permiten muchos juegos y existen ahora mismo tres combinaciones en las que los azulgranas perderían la categoría de acabar la campaña con 49 puntos, en un triple empate con el Málaga y el Real Zaragoza, y en dos cuádruples. Uno implicaría al Leganés con los blanquillos y los andaluces y el otro lo completaría el Sporting en vez de los pepineros. La clasificación ahora mismo sitúa al Real Zaragoza, al Villarreal B y al Leganés con esos 49 puntos, con 48 están el Huesca, el Sporting
y el Racing, y por debajo el Málaga tiene 40 y la Ponferradina, 39. Los horarios fijados para el próximo fin de semana facilitarán que los azulgranas tenga muy aclarado el panorama cuando su choque con los bercianos arranque. Salvo el Villarreal B, que lo hará después, todos los demás conjuntos de la mitad baja de la tabla ya habrán jugado.
En la anterior jornada la victoria ya hubiese podido ser sinónimo de salvación matemática en conjunción con otros resultados, pero el Huesca perdió ante el Leganés por 2-1 tras un desenlace marcado por el polémico penalti señalado a Blasco y ya no hubo cábala posible. La de Butarque fue además la segunda ocasión en la que cabía la opción de situarse en la cota de los cincuenta puntos, la primera se había tenido cinco días antes en el 1-1 de Málaga.
Si lo logran frente a la Ponferradina los oscenses habrán tardado 40 jornadas. El curso es el undécimo en Segunda División y de ellos solo en dos tardaron más en llegar a esa marca y únicamente en uno se quedaron por debajo, en el del descenso a Segunda B en la 201213 en el que se frenaron en los 45 puntos. En la temporada 2008-09, la del debut en el fútbol profesional, también fue en la antepenúltima, mientras que en la 2015-16 se consiguió en la penúltima y en la 2009-10, en la última.
Los de Ziganda cerraron la primera vuelta con 28 puntos y en lo que va de segunda llevan veinte. En su historia solo hay dos más pobres, las ya mencionadas 201213 y 2008-09 en las que con tres careos por disputarse se habían logrado 18.
No obstante, si se aprieta el paso aún se está a tiempo de acabar firmando una de las temporadas más destacables en lo numérico. Un pleno de triunfos –tras la Ponferradina hay que visitar al descendido Lugo y recibir al Eibar, que lucha por saltar a Primera– significaría llegar a 57 puntos. Solo en los dos ascensos directos -75 con Rubi y 70 con Míchel- y en la campaña del ‘play off’, 63, se acumularon más. En la 2015-16 y en la 201011 el montante fue 55 y el año pasado con Xisco la cuenta paró en 54.