La deuda financiera del tranvía se mantiene en 162,5 millones tras bajar 400.000 euros en 2022
● El pasivo que se imputa al Consistorio, que posee un 20% de las acciones de Los Tranvías, asciende actualmente a 129 millones
ZARAGOZA. El tranvía sigue acumulando una deuda de 162,5 millones de euros, una cifra que apenas se ha reducido en 400.000 euros en 2022. Así consta en las últimas cuentas de la Sociedad de Economía Mixta (SEM) Los Tranvías de Zaragoza, aprobadas en la junta general de accionistas hace escasas semanas. Desde que en 2018 se refinanciase el pasivo para garantizar la supervivencia de la SEM y reducir el tipo de interés, los números han registrado pocos cambios. A 31 de diciembre de 2020, la deuda financiera se situaba en los 163,4 millones de euros, pasando un año más tarde a 162,9 y a 162,5 al cierre de 2022.
El Ayuntamiento posee un 20% del capital social, por lo que le ‘corresponden’ 32,5 millones de euros. En total se le imputa una deuda de 129 millones, una suma que, más de una década después de la inauguración de la línea 1, sigue lastrando las arcas municipales. Aunque no es una cantidad deba pagar el Ayuntamiento, sí condiciona su contabilidad y su nivel de deuda, ya que computa a efectos de la Ley de Haciendas Locales.
Este pasivo ha llegado a sacar al Consistorio de las ratios de endeudamiento, dificultando también la solicitud de créditos. En 2014, cuando comenzó a imputarse, el importe era de 214 millones de euros, una cifra que se redujo especialmente en 2019 y 2020, cuando se acordó con el Ministerio de Hacienda excluir diferentes importes.
El principal problema radica en la escasa capacidad de maniobra existente. Tanto es así que la previsión es que el importe imputado siga siendo alto, sin que ninguna actuación municipal «tenga capacidad de minorarlo» más allá de limitar la inversión de la SEM sobre la flota de tranvías, según apuntan desde el
Consistorio, ya que la deuda no se anulará hasta el año 2044.
Desde que se constituyó en 2009, la sociedad mixta ha soportado unos intereses de 92,7 millones de euros fruto, en su
mayor parte, del préstamo acordado en 2010 con el Consorcio Traza y de la deuda, con unos gastos financieros de 9 millones de euros el pasado ejercicio.
Un desajuste millonario
La inflación y el desajuste entre la demanda real de la línea 1 y las estimaciones recogidas en los pliegos que rigen la concesión –que establecen que cada vez que la brecha supere el 10% el Ayuntamiento debe pagar a la empresa el 50% del coste que tienen los billetes ‘perdidos’–, han hecho que la situación financiera del tranvía se aleje, cada vez más, de la rentabilidad prevista inicialmente.
Solo en 2022, el Consistorio tuvo que pagar 2,8 millones de euros, una compensación que, en suma, ha supuesto más de 14 millones para las arcas públicas en 12 años. Factores como este han derivado en un deterioro progresivo del patrimonio neto de la entidad a causa de una «acumulación de resultados negativos en ejercicios anteriores por 33 millones de euros» –una vez computados los 3,3 millones de 2021 y los 4 de 2022–, vinculada fundamentalmente a la elevada carga financiera que soporta la sociedad mixta por su abultada deuda a largo plazo.