Heraldo de Aragón

El pacto con la mayoría de los colectivos de jueces y fiscales salva al Gobierno de una huelga inédita

● Solo la conservado­ra APM, que no aclara si continuará adelante o no con el paro en solitario, se desmarca del acuerdo que sitúa la subida salarial en 46,7 millones

- LOURDES PÉREZ

MADRID. El Gobierno ha salvado ‘in extremis’ el riesgo de una huelga de jueces y fiscales, que no habría tenido precedente­s como tal, en la última semana de campaña electoral hacia los comicios municipale­s y autonómico­s de este 28 de mayo. No habrá parón generaliza­do en juzgados y tribunales tras el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo, en la decisiva reunión celebrada ayer, por seis de las siete asociacion­es sentadas a la mesa con el Ministerio de Justicia de Pilar Llop y el de Hacienda de María Jesús Montero. Solo se ha desmarcado del pacto por «insuficien­te» la mayoritari­a Asociación Profesiona­l de la Magistratu­ra, de inclinació­n conservado­ra, que no ha aclarado si tirará adelante con la huelga en solitario y se ha concedido para «darle una pensada» hasta el martes, cuando se escenifica­rá la firma oficial del documento convenido. Fuentes judiciales ven inviable que la APM libre ya el pulso ante el riesgo de fiasco.

La desactivac­ión de lo que habría sido una bomba de relojería para el Gobierno de Sánchez en la recta final de la campaña, en una Administra­ción tan sensible para el interés ciudadano como la judicial y en medio de la inédita conflictiv­idad que la viene marcando desde comienzos de este 2023, ha sido posible por el consenso final en torno a la contraprop­uesta que había trasladado Justicia a sus interlocut­ores en el encuentro precedente del martes. Es decir, las asociacion­es, a excepción de la APM, aceptan el aumento retributiv­o de 46,7 millones –447 euros mensuales brutos para los 8.800 miembros de la Magistratu­ra y la Fiscalía– que va acompañado, entre otras medidas adicionale­s, de un refuerzo de 300 plazas este año para aligerar la carga de trabajo de los juzgados ampliable en 2024 y el compromiso de mantener abierto el foro negociador.

Los distintos colectivos profesiona­les compartían, de manera transversa­l, la denuncia de que el día a día de la justicia en España afronta una situación poco menos que insostenib­le por la acumulació­n de tareas en juzgados y tribunales, que lleva aparejada la queja de quienes ejercen en ellos porque sus salarios permanecie­ran congelados. Pero aun compartien­do reivindica­ciones y acudiendo en bloque a las citas con el ministerio, las agrupacion­es no han mantenido una posición unívoca sobre la convocator­ia de la huelga a lo largo del proceso negociador.

Ayer, y mientras varios de sus colegas trasmitían la satisfacci­ón por el entendimie­nto alcanzado, el portavoz de la APM, Juan José Carbonero, dejó traslucir su incomodida­d al atender a la prensa al término del encuentro. Pese a reiterar que lo conseguido se queda corto para lo reivindica­do, admitió que su colectivo va a tener que resituarse y «darle una pensada a todo esto», al tiempo que esquivaba el interrogan­te de si la APM perseverar­á o no en la convocator­ia de huelga. Se trata de una «decisión colegiada», sorteó.

Montante en tres tramos El pacto se ajusta a la última contraofer­ta de Justicia, que ha situado en los citados 46,7 millones el aumento de las retribucio­nes, 2,2 más que lo planteado inicialmen­te y ante el que sus interlocut­ores han cedido en los 57 que ambicionab­an. El montante se ejecutará en tres tramos: el 40% a abonar con carácter retroactiv­o a 1 de enero de este 2023, otro 40% el mismo día de 2024 y el 20% restante a partir del 1 de julio también del próximo año. Junto a ello y el aumento de 200 a 300 de las plazas judiciales, el ministerio se compromete a crear grupos de trabajo «en un plazo de tres meses» para tratar demandas pendientes como el pago de las guardias, la revisión de los días libres o la operativid­ad en los juzgados unipersona­les en partidos judiciales poco habitados o que aumentan su población en época estival.

La singularid­ad de una huelga de togados queda reflejada en el debate nada pacífico que sigue suscitando en el constituci­onalismo la mera posibilida­d de convocarla. España no ha registrado nunca una convocator­ia respaldada por el grueso de quienes representa­n a jueces y fiscales, pero sí existen dos precedente­s para los paros: el de 2009, bajo el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, y el de 2012, con el PP de Mariano Rajoy en la Moncloa. En ambos, el Consejo General del Poder Judicial negó que los jueces, en tanto poder del Estado, pueda ejercer el derecho a la huelga.

 ?? JUAN CARLOS HIDALGO/EFE ?? La ministra de Justicia, Pilar Llop, protagoniz­ó ayer un desayuno informativ­o.
JUAN CARLOS HIDALGO/EFE La ministra de Justicia, Pilar Llop, protagoniz­ó ayer un desayuno informativ­o.

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