Abascal intenta consolidar a Vox en la mayoría de los territorios
MADRID. La mayoría de encuestas previas a la crucial cita electoral del próximo 28 de mayo pronostican que Vox entrará y se asentará en los parlamentos autonómicos y ayuntamientos donde aún no tiene representación, pero el verdadero desafío que el partido de derecha radical tiene por delante pasa por ser capaces de condicionar al PP en aquellos territorios donde los populares necesitan sumar a los de Santiago Abascal para formar ejecutivos.
Ese ha sido, de hecho, el eje principal sobre el que han pivotado la mayoría de mensajes de los dirigentes de Vox en esta campaña electoral. Vox ha colocado en el foco de atención durante estas semanas al propio Abascal, quien tras un primer acto en Valencia se ha lanzado a la conquista del voto en Teruel, Barcelona, Pamplona, Vitoria, Logroño, Santander y Covadonga (Asturias), Cáceres, Guadalajara. El líder vasco –que ayer estuvo en Cartagena (Murcia) y hoy se desplazará a Ceuta–, además, tiene previsto aún viajar a Alicante, Sevilla o Toledo, donde pondrá punto y final a la campaña el próximo viernes.
Los mensajes de Abascal han alternado entre aquellos dirigidos a Pedro Sánchez y su actual Ejecutivo –definiendo a España como «un país del revés» con terroristas y agresores sexuales excarcelados– y los destinados al PP, que continúa renegando de posibles alianzas postelectorales e insisten en su voluntad firme de gobernar en solitario. Vox ha dejado claro que no tiene intención alguna de que eso suceda si sus votos son necesarios y que en ocasiones anteriores –como cuando en la Comunidad de Madrid apoyaron a Isabel Díaz Ayuso dos años atrás sin pedir entrar en el gobierno– han pecado de «generosidad».