El yihadista de Algeciras atentó con las facultades «severamente afectadas»
Los psiquiatras sostienen que Kanjaa presenta «un cuadro psicótico con probable filiación esquizofrénica»
MADRID. Dos médicos del centro penitenciario de Sevilla han concluido que el joven marroquí Yassin Kanjaa, autor del atentado yihadista cometido en enero pasado en Algeciras, en el que fue asesinado el sacristán Diego Valencia, sufre un «cuadro psicótico con probable filiación esquizofrénica» y que en el momento de los hechos tenía la capacidad volitiva alterada, es decir, no tenía control sobre su conducta.
Según explicaron ayer fuentes jurídicas, el informe forense ha sido remetido al juzgado de la Audiencia Nacional que instruye los hechos y vendría a respaldar la tesis del primer informe provisional elaborado por los peritos del tribunal central, del 20 de febrero. Los especialistas también determinaron que el joven de 25 años padecía un problema mental «compatible con un trastorno delirante».
En aquella revisión, el mismo acusado llegó a manifestar a los psiquiatras que en la cárcel estaba «rodeado de demonios», aseguró que volvería a hacer lo que hizo y admitió no arrepentirse.
Estos peritos de la Audiencia Nacional solicitaron entonces que se enviara a Kanjaa a un centro penitenciario con módulo psiquiátrico y que se pidiera información a Marruecos sobre los antecedentes mentales del joven y que se adjuntara su declaración ante el juez. Ahora, los dos médicos adscritos al centro penitenciario de Sevilla (donde está interno) rubricaron que el acusado padece un trastorno psiquiátrico compatible con una posible esquizofrenia y que, por tanto, en el momento de los ataques tenía las capacidades intelectivas y volitivas muy afectadas.
«El paciente presentaba una descompensación psicótica aguda con un importante grado de implicación afectiva y conductual, lo que afectaría muy severamente a sus facultades intelectivas», recoge el documento, que añade que este extremo debe ser tenido en cuenta a la hora de valorar su imputabilidad. Las acusaciones particulares también han pedido al juzgado que especialistas de su elección examinen el estado mental del presunto asesino. Una petición que secunda la Fiscalía y que el juez instructor, Joaquín Gadea, debe de acordar. La defensa de Kanjaa centra su estrategia en buscar la eximente completa de su cliente por trastorno grave de la personalidad y que la causa se traslade desde la Audiencia Nacional, competente para investigar delitos de terrorismo, a un juzgado ordinario en Algeciras. En suma, la radicalización exprés de Kanjaa no fue tanto por el consumo de propaganda de corte yihadista como por la enajenación que padece, opinan desde su defensa.
El juez Gadea ya se ha posicionado: «No tiene por qué existir un vínculo directo entre el actor y un miembro de la organización. Es él quien decide la extensión de su compromiso, la duración del proceso y quien adopta la decisión final de cometer un atentado».