Una temporada de altibajos
● El Casademont Zaragoza completó la peor primera vuelta de su historia, pero reaccionó a tiempo para salvarse
ZARAGOZA. El Casademont finalizó la temporada en la decimotercera posición, con un balance de 12 triunfos y 22 derrotas en los 34 encuentros disputados. Fue un equipo voluble, inconstante e imprevisible, con una irregularidad manifiesta en los dos lados de la pista, que transitó por el alambre hasta la recta final de la competición. Consumó la salvación matemática el pasado 6 de mayo, tras imponerse al Joventut (87-77), cuando restaban tres jornadas para el término del campeonato regular.
Víctima de una desnortada planificación deportiva, el cuadro aragonés completó la peor primera vuelta de su historia, lo que comprometió drásticamente su continuidad en la máxima categoría nacional. El Casademont comenzó la temporada con dudas, con actuaciones muy deficientes, lo que se tradujo en el despido del entrenador, Martín Schiller, el pasado 19 de octubre.
Se incorporó entonces al banquillo Porfirio Fisac, quien se encontró una plantilla descompensada, con evidentes problemas de índole estructural, que además exhibía un déficit de desconfianza considerable. El Casademont claudicó en sus seis primeros partidos de la temporada, con todo lo que ello conlleva. Fisac, sin embargo, fue dotando al grupo de mayor orden, compromiso, disciplina e intensidad; al mismo tiempo que la contratación de Stefan Jovic aportaba mayor clarividencia al juego de ataque. Y el equipo aumentó su productividad, hasta acabar obrando el milagro de la salvación.
Barça-UCAM Murcia Real Madrid-Real Betis Tenerife-Casademont Valencia-Breogán Manresa-Gran Canaria Obradoiro-Fuenlabrada Bilbao Basket-Unicaja Granada-Joventut Girona-Baskonia
El fichaje de Jovic se anunció el 11 de diciembre. Antes, el club ya había rescindido el contrato de Rihards Lomazs, además de haber sustituido a Chris Wright por Frankie Ferrari. Pese al crecimiento experimentado por el equipo, que por fin comenzó a competir, el Casademont alcanzó el ecuador de la temporada en una situación agónica, de máximo riesgo: contabilizaba cuatro únicas victorias en los primeros 17 partidos. Eso sí, su primer triunfo tuvo una gran repercusión mediática, al producirse ante el Real Madrid (94-89).
Posteriormente, en la primera vuelta también llegaron las victorias frente al Real Betis (67-83), el Granada (73-57) y el Baxi Manresa (65-72). «Al principio, estuvimos sufriendo muchísimo para salvar la categoría», confesó esta misma semana Porfirio Fisac, quien recordó que «hubo un momento en el que los nubarrones estaban metidos en el Príncipe Felipe» y que el equipo «no era capaz de sacarlos». Por ello, dijo estar «orgulloso por haber logrado la salvación», al margen de subrayar «el buen trabajo» que había desempeñado finalmente la plantilla para voltear un comprometido escenario.
Cambio de cara
Fue en la segunda vuelta, y especialmente en el pabellón Príncipe Felipe, donde el Casademont edificó la permanencia en la máxima categoría nacional. El equipo zaragozano, reforzado con la incorporación de Iván Cruz, dio un importante paso adelante en su rendimiento, lo que conllevó ocho triunfos en 14 partidos. Fue en casa, sobre todo, donde exhibió su versión más sólida y eficaz. Al abrigo de su afición fue capaz de imponerse al Barcelona (85-83), al Valencia (86-75), al Gran Canaria (76-73) y al Joventut de Badalona (87-77), y también estuvo a punto de sorprender al Lenovo Tenerife (83-87) y al Unicaja de Málaga (70-74). Todos ellos, conjuntos clasificados para participar en los ‘play off’.
Asimismo, ganó en la segunda vuelta a Betis (89-82), Fuenlabrada (71-85), Breogán (71-87) y Manresa (99-88). Sin embargo, el Casademont ha sido un conjunto bipolar; y ofreció actuaciones desalentadoras que al final le apartaron de metas más ambiciosas. En este sentido, desperdició numerosas oportunidades para haberse alineado en posiciones europeas, tras hacer cedido contra equipos como el Obradoiro (7879), el Bilbao (81-68), el UCAM Murcia (79-74), el Granada (7168) y el Girona (88-95).