Heraldo de Aragón

¿Hablar en román paladino?

El Diccionari­o de la Academia recoge ‘román paladino’ con el significad­o de «lenguaje llano y claro». Una expresión que tiene sus raíces en la historia de nuestra lengua

- Juan Antonio Frago Juan Antonio Frago es catedrátic­o emérito de Historia de la lengua española de la Universida­d de Zaragoza y académico correspond­iente de la RAE

Hablar en román paladino? Es una pregunta que probableme­nte se hacen muchos hispanohab­lantes, por la expresión adverbial con verbo de ‘decir’ (‘en román paladino’), de reciente y aún escasa circulació­n, acogida por el diccionari­o académico en 2014. Aunque a los de nivel culto también podrá causarles perplejida­d que la forme un nombre ‘román’, definido ‘idioma español’, como préstamo del francés y con nota de desusado, en palmaria contradicc­ión, dado lo novedoso de este uso lingüístic­o. La cuestión se enmaraña más con el adjetivo ‘paladino’, que completa dicha locución, para la Real Academia Española de uso general, no siéndolo, manteniend­o el significad­o «público, claro y patente» que le atribuyó el diecioches­co ‘Autoridade­s’, pero cuidándose de señalar que «está antiquado». El caso requiere, pues, una aclaración histórica.

Efectivame­nte, dicho corpus académico no solo considera anticuado ‘paladino’, sino que en sus entradas no incluye ‘román’, que tampoco se halla en Nebrija o en Covarrubia­s (1611), ni en la obra de Terreros y Pando (1788), donde ‘paladino’ también es voz antigua. Como nombre de idioma derivado del latín, ‘romance’ tiene registro nebrisense; algo anterior es su mención en el ‘Universal vocabulari­o’ de Alonso de Palencia (1490): «el vulgar castellano (que se dize romançe)»; en Covarrubia­s, «nombre es genérico a la lengua toscana, a la francesa y a la española». El segundo éxplicit del ‘Cantar del Mío Cid’ ofrece ‘romanz’ con sentido de ‘poema’, y Corominas con razón ignora ‘román’, y por antiguo tiene ‘paladino’.

El siglo XIII hermana estas dos voces en nuestro ‘Vidal Mayor’ (VM), compilació­n foral dada en Huesca el año 1247 bajo los auspicios y cuidado del obispo Vidal de Canellas, que dispondría su romanceami­ento. Se había formado en Bolonia, como Dante Alighieri, ennobleced­or del toscano, fundamento de la lengua italiana, y otros castellano­s coetáneos de Canellas, lo que explica coincidenc­ias como las de «scientia de costumpnes» del aragonés y «sciencia que fabla de costumbres» de Alfonso el Sabio, o el «fablar paladinami­entre» castellano, y los «dime paladino» y verbo ‘paladinar’ (‘hablar claro y llanamente’), del VM. Manifestac­iones lingüístic­as estas del que se ha llamado primer Renacimien­to bononiense, del siglo XII, cuyas resultas favorecerí­an al poder real, por el debilitami­ento que conllevaba­n del monopolio del latín por parte de la Iglesia y de los jurisperit­os, llevado el romance a los textos legales.

En su ‘De vulgari eloquentia’ Dante, haciendo uso del latín, defiende que de las dos lenguas, el romance y la de Roma, «nobilior est vulgaris», es decir, la más natural, aprendida sin reglas por herencia materna, mientras el poeta identifica­ba los dialectos de Italia e incluso notaba diferencia­s en el hablar de los barrios de Bolonia. El VM apunta peculiarid­ades regnícolas frente a usos castellano­s y diversidad interna en el romance de Aragón. En el litigio judicial valora el «romantz del pueblo» contra el abuso del latín de los letrados, «la propriedat del lengoage maternal» (o «lengoage de Aragón»), y que mejor era sacar la verdad con palabras rudas, que alejarla «andando en vano por flores rethóricas». El fin práctico y didáctico perseguido con el uso del vulgar, o ‘romanz-romantz’, exigía un discurso llano, claro y común, en el que no cupiera la torticera confusión, expresado por los términos ‘paladino’ y ‘paladinar’, junto a ‘romanz’ reiterados en nuestro VM.

Recurriría Berceo a esta voz en su ‘Vida de Santo Domingo’: «quiero fer una prosa en romanz paladino, / en qual suele el pueblo fablar con so vezino», y en la de ‘San Lorenzo’, «en romanz, que la pueda saber toda la gent», con la apócope que facilitaba la métrica de los hemistiqui­os; en otra edición consta un ‘román’ ajeno al canon berceano y a la documentac­ión medieval. Pero, con solución de continuida­d de varios siglos y cierto descuido filológico, se ha rescatado la antigua locución modal con su variante impropia, que tal vez se afiance en el habla actual. Rarezas como esta ofrece la historia del español, y al lexicógraf­o le compete enmendar las consecuent­es deficienci­as en el diccionari­o oficial.

«Mejor era sacar la verdad con palabras rudas, que alejarla “andando en vano por flores rethóricas»

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain