El Alcoraz apaga las luces
● El Huesca cierra la temporada en busca de una victoria en casa ante un Eibar que jugará el ‘play off’
HUESCA. Se baja el telón de la temporada y la Sociedad Deportiva Huesca quiere decir adiós con el corazón. Regalar una victoria a los aficionados que la han acompañado por una travesía de 42 jornadas que ha dado para una permanencia demasiado tardía y con un rendimiento dispar: meritorio en casa y desvalido a domicilio. Una irregularidad que ha alejado metas mayores y un estilo más contenido que el de temporadas pasadas, menos alegre. Pura Segunda División: si no puedes ganar, no pierdas. Para despedirse de la mejor manera, el enemigo a derribar en El Alcoraz es un Eibar que comparece sin opciones de ascenso directo y con la mente puesta en el ‘play off’ (21.00, LaLiga SmartBank TV).
Asumen los aragoneses el papel de unos de los jueces de esta última jornada con cierta nostalgia. La 22-23 ha podido ser una temporada de transición que dejará el regusto de otro año más en el fútbol profesional si se analiza desde el punto de vista más práctico. Sabrá a poco a los que esperaban otra cosa del fútbol azulgrana, que en el último tercio del curso se ha desplomado. Si nunca se aspiró a la sexta posición con todas las letras, sí se aguardaba al Huesca más cerca de los equipos que han dado cierta guerra y animado la tabla en estos meses. Aunque en casa se ha seguido manteniendo una buena línea, la insistencia en no ganar lejos de El Alcoraz -220 días han separado las victorias en Oviedo y Lugo- no ha dado lugar a más.
Ziganda puede presentar, en cierta medida, el once tipo. En Lugo se ausentaron Ratiu por sanción y Jorge Pulido, a quien se dio tregua por la lesión en el tobillo que le acompaña en las últimas semanas. Tampoco dispusieron de minutos Juan Carlos y Gerard Valentín, todos ellos opositores al equipo inicial. Como lo son el refrescante Javi Martínez, autor de dos goles ante Ponferradina y Lugo, y Samuel Obeng. Los dos cedidos serán objeto de deseo en un largo verano. Los problemas físicos de Jérémy Blasco, Abou Kanté y el lesionado José Ángel Carrillo les dejarán fuera. No se esperan novedades de cara a la galería, como la presencia de canteranos de inicio. Es más probable el concurso de Enzo Lombardo o de Patrick Soko, jugadores a los que dar otra oportunidad a partir del verano o buscarles nuevos destinos en forma de cesión.
Se dice que el último partido de una campaña es, de alguna forma, el primero de la siguiente. Al menos, puede marcar una pauta a seguir, para bien o para mal. Continuidad o disrupción. En este caso se apunta más a lo primero que a lo segundo. Con Cuco Ziganda en el banquillo y una base de futbolistas con contrato que puede configurar la espina dorsal del nuevo Huesca en la búsqueda de una mejoría. Otros se despedirán por necesidades del guión, para hacer sitio a otras piezas que les mejoren -dentro de lo que permitan las limitadas capacidades económicas de la entidad en este momento- o para hollar cotas mayores.
En este sentido, puede tratarse de la última noche de algunos de los mejores del curso. Andrés Fernández, Juan Carlos Real y Andrei Ratiu han sido tres de los jugadores que han sostenido el sistema de Ziganda, asideros en los momentos de mayor dificultad del curso. El último baile comienza a las nueve, al tiempo que el resto de encuentros con equipos que se juegan el ascenso directo o su posición en el ‘play off ’. El Eibar ya no puede clasificarse entre los dos primeros, pero en el caso de ganar en Huesca se ubicaría tercero en el mejor de los casos. Si empata o pierde, será quinto y perderá el factor campo en la primera eliminatoria.
El cuadro armero intenta mejorar el ánimo para que la fase de ascenso no se le haga bola. Después de dos meses sin ganar, nueve jornadas, se ha desplomado desde el liderato a la quinta plaza y asume el duelo de El Alcoraz como un ensayo general que pulse el momento de forma con que inicien el asalto a la Primera División. El entrenador del Eibar, Gaizka Garitano, pierde para este encuentro al argentino Gustavo Blanco Leschuk, que logró la anterior jornada el gol del empate contra el Sporting. Tiene que cumplir un partido de sanción por acumulación de tarjetas. A esta se suman varias ausencias por lesión y posibles rotaciones de jugadores tocados o con cuatro amarillas.