Qué dirás, Historia…

Inmerso en sus tontadas, a Perplejo le da por imaginar qué dirán los libros de historia dentro de medio siglo. ¿Hablarán todavía de Auschwitz y recordarán las palabras de Pérez Esquivel: «El mal es el silencio de los buenos»? ¿Esclarecerán la pasividad cobarde de Europa ante Hitler y Putin? ¿Se preguntarán quién tuvo el cuajo de aplaudir, ochenta años después, la matanza de 4.000 civiles indefensos durante la «desbandá» de Málaga en 1937? ¿Elucidarán el modo en que los piratas políticos consiguieron condenar por piratería a quienes rescataban náufragos? ¿Razonarán por fin cómo los golpistas, siglo tras siglo, nos convencieron de que todos eran golpistas menos ellos? ¿Explicarán cómo servimos en bandeja nuestra libertad, en nombre de la libertad, a quienes nos querían esclavos? ¿Desentrañarán el extraño mecanismo amoral que convirtió a los nietos del Holocausto en los genocidas de Gaza y Rafah? ¿Indagarán las razones por las que votamos a quienes rodeaban y amenazaban con asaltar nuestras instituciones democráticas? ¿Comentarán el método con que nos precipitaron al abismo climático asegurándonos que el problema era la agenda 2030? ¿Desvelarán por qué no hubo tractores en la puerta de las grandes superficies y los intermediarios? Perplejo les pide muchas cosas a los libros, es verdad. Será porque no hay quien les cierre la boca.

¿Acabarán siendo como los ‘samizdat’, esos libritos clandestinos que todo el mundo quería leer en la URSS, cuando ya no te lo permitía el régimen? Tontadas de Perplejo. Pero la historia nunca habla a destiempo del tiempo que nos ocupa.